Sí, la A-8 está rompiendo la costa de Lugo en dos mitades a gran velocidad. Más de lo que parece en el día a día. Sabíamos, porque lo hemos dicho muchas veces, que la apertura de la Autovía del Cantábrico supuso en su día un antes y un después, sobretodo para A Mariña Oriental: Ribadeo, Foz, Barrreiros... Esa zona experimentó un notable empuje económico, mientras A Mariña Occidental, es decir Viveiro, vivió y sigue viviendo un retroceso. Todo por las comunicaciones.
Pero es que ahora la A-8 está partiendo claramente A Mariña por la mitad y ya a una gran velocidad ciertamente. Porque la autovía enlaza esa parte oriental de A Mariña con el aeropuerto de Asturias, a poco más de una hora; el aeropuerto de Rañón ofrece ahora vuelos muy ventajosos y económicos y, de hecho, experimentó un incremento grande en cuanto a número de pasajeros. Y hay más: el tren de alta velocidad, el AVE a Madrid, más cerca de A Mariña Oriental, y más que estará cuando llegue a Avilés.
Y la otra mitad de A Mariña, ¿qué? A Lugo por la Gañidoira, como siempre, entre jabalíes y ciervos. Y al otro lado, a Ribadeo, por la vieja carretera de la costa plagada de transporte pesado (camiones con madera) y un tráfico denso.