El podólogo burelense que viajó a Moscú en plenas elecciones -que ganó Putin- y en guerra con Ucrania, «y todo ok»

Tras la guerra abierta con Ucrania es prácticamente imposible viajar de manera directa a Rusia. Esto le sucedió a Miguel Murias, un podólogo de Burela que viajó a Moscú la pasada semana, donde estuvo seis días, junto al asturiano Raúl Martínez y al arousano Patricio Serqueira, para impartir un curso sobre podología y cirugías de pie.

Este curso ya lo impartieran anteriormente en el año 2017 y en el año 2018. En este curso participaron gente de Lituania, Bielorrusia, Tayikistán y muchas zonas de Rusia. Lo impartían en castellano y se usaban traductores consecutivos.

Los tres hombres salieron en la ida desde Avilés destino Londres, de allí viajaron a Estambul para recalar en Moscú. Y en la vuelta salieron hacia Armenia, y desde allí volaron a Roma para regresar a Avilés.

«Nos habían contactado otros años pero con la pandemia y la guerra no era cuestión viajar para allá. Ahora nos explicaron que todo estaba mucho más tranquilo, que había mucha seguridad, entonces decidimos ir», explica el podólogo Miguel Murias, ya en Burela, de regreso de Moscú.

Durante la estancia en la capital rusa, para los tres fue un viaje totalmente normal, como si estuvieran en una ciudad española como Madrid o Barcelona, sin ver nada fuera de lo normal. « La gente sigue por la calle tan tranquila, no se habla de la guerra ni ves militares por la calle. Coincidimos con las elecciones de Rusia pero no vimos nada raro en cuanto a la seguridad ni nada excesivo en el aeropuerto», añade Murias. Todo normal, todo ok.

Aumento de lesiones en el deporte

Además de ser podólogo en su Clínica, también lo es en el Burela FS Pescados Rubén, donde ya lleva 16 temporadas. Para él, el aumento de lesiones en el deporte se deben a una serie de factores como son: la excesiva carga de partidos y de entrenamientos; que cada vez se está empezando a competir en edades más tempranas y que ahora prima mucho el aspecto físico con respecto a la técnica.

«Ahora mismo hay muchos niños de siete, ocho o nueve años que vienen a mi consulta con dolores de pie o musculares. Antes eso en mi generación era impensable ir a un fisioterapeuta con esta edad. Es un problema serio que habría que revisar pero creo que no tiene solución», concluye el podólogo Miguel Murias

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