Aíto García Reneses: «¿El mejor partido de baloncesto de la historia? Es discutible, pero a EE.UU le costó ganarnos»

Pablo Penedo Vázquez
Pablo Penedo VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

ADRIÁN BAÚLDE

Toda una institución en el deporte de la canasta, el seleccionador en la final olímpica de Pekín 2008 enseñó baloncesto y habló de los Juegos en Vilagarcía, también del proyecto de liga universitaria que ha puesto en marcha su fundación

20 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Aíto García Reneses (Madrid, 20 de diciembre de 1946) acumula medio siglo de carrera en los banquillos de la élite del baloncesto. Entrenador con más partidos y victorias en la historia de la Liga ACB, la segunda mejor competición de clubes tras la NBA, vive desde hace un año su cuarta jubilación parcial tras dirigir una temporada al Girona. Ayer volvió a Vilagarcía, donde ya había estado en anteriores ocasiones, de la mano del profesorado de los grados medio y superior de Técnico de Baloncesto de FP impartidos en el CIFP Fontecarmoa, ofreciendo por la mañana una clase magistral sobre defensa, y compartiendo por la tarde en el Auditorio una mesa redonda sobre olimpismo con el seleccionador español de vela, Xisco Gil y el gallego Pepe Casal, antiguo preparador físico de Aíto en el F.C. Barcelona y en la selección española de los Gasol, Navarro y compañía plata en los Juegos de Pekín 2008.

—Año olímpico. ¿Estados Unidos, oro seguro? ¿Cuál es su quiniela para el podio?

—No tengo ni idea, porque dependerá de muchas cosas, de qué equipo lleven, de en qué momento lleguen. Vamos a ver qué equipo hacen y cómo llegan. ¿Y podio? Ni idea, muchísimo menos.

—¿Y España? ¿No la ve dando otra campanada como en el Mundial 2019 y el Eurobásket 2022?

—Vamos a ver. Primero habrá que ver qué jugadores llegan, si están todos en buenas condiciones o hay alguno lesionado. Es muy difícil anticiparse con tanto tiempo.

—¿Coincide con los que vemos en el Estados Unidos-España por el oro de Pekín el mejor partido de baloncesto de la historia?

—¡Hombre! Lógicamente, es discutible, porque algunas veces algún partido sin tanta repercusión puede ser mejor, pero sí que es cierto que el equipo americano no siempre va con un equipo bueno, como sí fue en Barcelona 1992 y en Pekín 2008. Pero en Barcelona no tuvieron rival, ganaron muy fácil todo, y sin embargo en Pekín les costó ganar a España. Podía haber sucedido que no hubiésemos ni llegado a la final, pero ya que lo hicimos y competimos hay que sentirse todo el baloncesto español orgulloso de eso.

—¿No sé si ha vuelto a ver la final?

—Pues seguramente sí, pero no me acuerdo, hace ya tanto tiempo.

—¿Cuál es su mejor recuerdo de aquella experiencia olímpica?

—Todo. Desde el principio, las conversaciones que tuve con algún jugador antes de los entrenamientos, después de los entrenamientos, con lo que cuesta. Cada uno piensa una cosa y hay que intentar unificar. Y después, cómo entramos en la competición. Son todos buenos recuerdos, con sus dificultades correspondientes. Lo recuerdo como un gran esfuerzo para el que hubo que prepararse durante la concentración previa y los partidos preparatorios anteriores. Costó mucho, porque cada uno piensa de una forma. Entrenáis solo una vez al día, por la noche os relajáis y por la mañana dormís; bueno, pues esto no fue así, con algunos costó más que con otros. Y luego, haber conseguido vencer todos los obstáculos para llegar hasta donde llegamos.

—De aquellos doce jugadores que dirigió en Pekín ya solo quedan dos en activo, y uno de ello se retirará al final de esta temporada. Se nos va la mejor generación de la historia. ¿Cree que llegará a haber otra igual?

—Pues posiblemente sí. Pero hay que tener paciencia, adaptarse a las circunstancias que vengan y tener la misma ilusión; y si puedes ser quinto y no octavo, mejor, y si puedes jugar contra equipos fantásticos y ganarles, pues muchísimo mejor. Pero hay que estar un poco abiertos, sabiendo que cada vez hay más partidos y cada vez es más difícil.

—Uno de esos dos supervivientes de Pekín es Ricki Rubio. Acaba de volver a las pistas, abanderando la importancia de la salud mental en los deportistas de alto nivel. Viéndolo a él o a una Simon Biles, parece increíble que casos como los suyos no emergieran antes…

—Bueno, sí que han surgido, lo que pasa es que ha habido quien ha sufrido un problema más mental que físico y a lo mejor no era tan mediático y la gente no nos enterábamos. Creo que hay que aceptar las circunstancias como vienen, y si te llevan a estar arriba, pues mejor, pero si crees que has sacado el mejor rendimiento, estupendo.

ADRIÁN BAÚLDE

«Con mi fundación estamos creando una liga universitaria» 

Institución en los banquillos, Aíto es también un apasionado de la formación de los jugadores y entrenadores jóvenes.

—En Vilagarcía impartió una clase a jugadores jóvenes y estudiantes que se preparan para ser entrenadores. ¿Qué hace falta para ser un buen técnico de baloncesto?

—Bueno, pues mucho. Mucho porque tienes que aprender de todo. Lo normal es ser jugador, no es necesario, pero si eres jugador estás teniendo una mentalidad de aprender baloncesto para jugar, y al mismo tiempo incorporas cosas para ser técnico, aunque no lo preveas, que te van ayudar. Es mucho más difícil llegar desde fuera. Tienes que tener una continuidad, desde jugador a ser entrenador, y si puede ser, como es mi caso, en todas las categorías, desde minibásket a sénior. Toda esa trayectoria te ayuda a tener un mejor conocimiento y prepararte con todo tipo de cosas, no solo de técnica; de técnica, de dirección de equipo, mental, de ver cómo juegan unos, cómo juegan otros.

—Se ve que le gusta enseñar. Mire que ha impartido usted magisterio durante 50 años…

—Lo que más me gusta es entrenar. Pero también aportar cosas para que la gente piense y se desarrolle. Ahora, con mi fundación estamos creando una liga universitaria en España. A ver si podemos hacer una liga universitaria española de alto nivel; ojalá pueda ser una liga europea. Por qué. Porque eso lleva a ayudar a desarrollar física, técnica y mentalmente a jóvenes jugadores. No es necesario ser universitario, pero sí una forma de llegar. La temporada pasada hicimos dos copas, una en Madrid y otra en Barcelona, con una fase final con cuatro equipos masculinos y cuatro femeninos, a un muy alto nivel. Y este año será lo mismo, esperemos que sumando Andalucía.

—Lleva un año fuera de los banquillos, pero ya me dijo en otra entrevista hace cinco años que se ha «desjubilado» dos o tres veces. ¿Para cuándo la siguiente?

—Pues no sé. Me he jubilado cuatro veces. He dejado de entrenar un año, he vuelto, así cuatro veces. No sé si será la quinta o no. Esperemos a ver qué pasa en el futuro.