«En la Edad del Hierro tenían una dieta más sana que la de hoy»

Bea Costa
bea costa MEAÑO / LA VOZ

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El arqueólogo Carlos Otero ilustró al alumnado del instituto de Meaño sobre la cultura castrexa a partir de su alimentación

10 abr 2024 . Actualizado a las 22:29 h.

Bajo el sugerente título de Banquete na Lanzada, el alumnado del instituto de Meaño descubrió este miércoles qué comían sus antepasados de la Edad del Hierro. Hablamos del siglo I antes de Cristo en un contexto que les es muy próximo en el espacio: el castro situado al pie de la playa de A Lanzada. En contra de lo que muchos pensaban, la caza no era el principal sustento de los galaicos de entonces; había agricultura, ganadería y, en este caso, además, pesca, lo cual les permitía disponer de un alimentación muy variada.

Comían gallinas y vacuno, aunque esperaban a que los animales llegasen a viejos antes de sacrificarlos, en contra de lo ocurre ahora con los pollos o la preciada ternera gallega; en su menú no faltaba la fruta ni legumbres como guisantes, coles y habas, que preparaban de una forma que recuerda al cocido de hoy en día; las gachas de cereal era un alimento de cabecera que, con el paso del tiempo, acabó desapareciendo de nuestra dieta, y para regar las comidas se servían de vino y cerveza.

De todo ello habló el arqueólogo del Instituto del Instituto de Ciencias del Patrimonio dependiente del CSIC, Carlos Otero, en el transcurso de la charla que ofreció en el instituto meañés al amparo de una iniciativa programada junto a la Diputación de Pontevedra con el fin de difundir el patrimonio arqueológico de la provincia.

El Banquete na Lanzada actúa como reclamo para, a partir de algo tan próximo como la comida, abordar de forma transversal otros aspectos de la cultura galaica relacionada con su economía y sus costumbres. Las excavaciones realizadas recientemente en Noalla han aportado numeroso material relacionado con la vida en la Edad de Hierro, también sobre la dieta, aunque no es la única fuente de la que bebe el arqueólogo a la hora de documentar sus charlas. No obstante, el castro de A lanzada resulta especialmente atractivo a efectos divulgativos dado que incorpora la pesca como otro factor que condiciona los hábitos alimenticios en la Galicia previa a la ocupación romana. «Se sabe que comían incluso merluza, que no se encontraba en la costa, lo cual nos da pie para hablar de la tecnología que empleaba como redes y anzuelos».

Charla sobre el patrimonio arqueológico celebrada ayer en el IES de Meaño
Charla sobre el patrimonio arqueológico celebrada ayer en el IES de Meaño

En su opinión, los gallegos primitivos no comían nada que no puedan consumir los del siglo XXI y llega a la conclusión de que, entonces, su alimentación era más sana que la de ahora: «En general, la dieta en la Edad del Hierro era más sana que la de hoy, al menos en términos de ingesta calórica. Ellos comían menos carne y, por supuesto, no había alimentos procesados», explica. Carlos Otero Vilariño formó tándem con César Parcero, quien habló a los alumnos del trabajo de los arqueólogo sobre el terreno bajo el título Enigmáticas marcas arqueolóxicas na paisaxe... ou non tanto. El ciclo de charlas continuará hasta mayo por otros centros de Sanxenxo y Ponteareas con la participación, además, de Xosé Lois Armada, que hablará sobre Ouro, estaño e bronce. Traballando o metal nos castros galaicos.