Los veteranos músicos que hacen frente al reguetón a golpe de bolero

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

cedidda

Os Trobadores da Ponte barbanzanos ofrecen un repertorio de canciones «que son poesía pura»

10 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En una era en la que, musicalmente hablando, mandan el rap y el reguetón, es destacable la aventura que han emprendido media docena de veteranos músicos de Barbanza. Se hacen llamar Os Trobeiros da Ponte y tienen como objetivo principal mantener vivos los boleros. Si tú me dices ven, Reloj, Noches de boda, La media vuelta, Veinte años... son algunos de los temas que integran un repertorio que busca traspasar fronteras.

«É unha mágoa que o bolero, que foi declarado o ano pasado patrimonio cultural inmaterial da humanidade, se estea perdendo porque xa non quedan grupos que interpreten este tipo de música». Lo dice Anxo Alenza, que es el alma de Os Trobeiros. Él lleva toda la vida formando parte de orquestas y grupos de todo tipo, y la música sigue siendo hoy su gran afición. Hace unos años, le propuso a unos amigos montar el grupo: «Daquela, queriamos encamiñarnos cara a zamba arxentina, pero a irrupción do covid acabou coa formación».

Cuando el grupo regresó, a finales del 2022, los boleros estaban en el punto de mira de Alenza y sus aliados: «Decidimos batallar duro para evitar a súa desaparición». El noiés detalla los múltiples aspectos positivos que a su entender tiene este género musical: «Un bolero bo préstase para facer arranxos con acordes e harmonías complexas. Na súa interpretación poden usarse tres voces, dando como resultado unha gama de cores impresionante. O bolero é poesía pura».

Junto a Anxo Alenza, que es voz y requinto, luchan en este frente musical Modesto Santos (guitarra y voz), Juan Insua (guitarra y voz), Francisco Vázquez (acordeón), Diego Carredano (percusión) y Ángel Abalo (bajo). Son todos músicos veteranos, pero sobre todo, personas entregadas a la causa de mantener vivos los boleros: «Conseguimos formar un grupo con calidade, tanto a nivel de vocalistas como de instrumentalistas», afirma convencido el líder.

Donde van, repiten

Anxo Alenza sostiene que así ha quedado demostrado en las actuaciones que han realizado hasta la fecha: «Estivemos no San Marcos de Noia o ano pasado e repetimos neste e tamén actuamos en Porto do Son e volveron a contratarnos para este verán». Igualmente, guarda buenos recuerdos de los conciertos en Boiro, Outes, O Grove, Vila de Cruces... «E iso que aínda empezamos agora coa promoción», reconoce el fundador de Os Trobeiros da Ponte.

La gente de mediana edad constituye el público diana de esta agrupación musical, aunque a veces, sus integrantes se llevan alguna sorpresa: «Chámame a atención cando vexo espectadores que teñen ao redor de 40 anos que se quedan enganchados». Alenza y sus compañeros viven sus mejores momentos sobre el escenario cuando la gente los acompaña en sus canciones: «Normalmente nos nosos concertos, o público está sentado escoitando, pero hai quen canta con nós desde o principio ata o final. Os nosos son temas que non se adoitan escoitar e que traen lembranzas de épocas pasadas. Moitas parellas namoráronse con esas cancións».

La letra y los sentimientos que encierran y transmiten son para el veterano músico el punto fuerte de los boleros. Asegura que así se lo trasladan los seguidores de la banda: «O que nos din é que agora xa non se fai ese tipo de música. Agora impera o reguetón, con letras que non din nada».

Os Trobeiros da Ponte se presentan como una alternativa a los nuevos géneros musicales y también a la verbena: «Nós tocamos tanto en interior como en exterior, pero si nos gusta que haxa cadeiras dispoñibles para o público, porque buscamos que a xente nos escoite relaxadamente, que goce con nós».

Alenza es un fanático de los boleros. Disfruta escuchándolos, cantándolos e incluso sumergiéndose en el estudio de su procedencia, afición que comparte con otros compañeros de Os Trobeiros. El sueño de todos ellos es enganchar al mayor número de personas posible: «Tocamos para os que anhelan os boletos e para que os que non os coñecen vexan a beleza que encerran».