La renovada y humanizada travesía de Noia es una realidad

NOIA

CARMELA QUEIJEIRO

La obra está a punto de finalizar tras una inversión de más de un millón de euros

25 mar 2024 . Actualizado a las 21:02 h.

Es una de las grandes actuaciones viarias acometidas en Noia en los últimos años, y aunque parezca tan solo un lavado de cara, la obra ejecutada en la travesía de entrada a Noia desde A Barquiña es mucho más que eso. Con su ejecución no solo se buscaba mejorar visualmente el tramo de la carretera AC-550 que desemboca en la Alameda noiesa, sino también renovar servicios y dotar de mayor seguridad a esa vía, principalmente para los peatones. El resultado es un tramo con aceras más anchas, más espacio para aparcar y bien iluminado que en las próximas semanas acabará de coger forma.

Aunque falta pulir los últimos detalles, el grueso de la actuación está finalizada y la renovada travesía de Noia es ya una realidad. Para llegar a este punto ha sido necesario armarse de paciencia porque las obras se han prolongado más de lo previsto. La actuación es más compleja de lo que podría parecer inicialmente porque para ordenar la travesía adecuadamente y dejar más espacio para peatones y aparcamiento ha sido necesario modificar la sección transversal de la carretera, estrechando los carriles de circulación y ensanchando las aceras, además de habilitar espacio de estacionamiento con un arcén de dos metros de ancho en la margen derecha del vial comarcal en sentido Noia-Muros.

Con esta reorganización se pretende evitar lo que ocurría hasta ahora: que, principalmente en la zona más próxima al núcleo urbano, los coches ocupen las aceras. Esta era una práctica habitual y motivaba importantes daños en la zona peatonal, que antes de la obra se encontraba en un estado lamentable. Al habilitar más espacio de aparcamiento, se confía en poner solución de una vez por todas al problema.

Por otra parte, el proyecto, impulsado por el Concello de Noia que cuenta con financiación de la Consellería de Infraestruturas, también incluía la renovación de servicios en el tramo de algo más de un kilómetro afectado por los trabajos, así como el soterramiento del cableado aéreo, tanto del suministro eléctrico como del alumbrado público, fibra y telefonía.

En lo que respecta a los servicios básicos, se acometió la instalación de una nueva canalización de abastecimiento de agua entre la Alameda de Noia y el primer cruce de Barro, lo que permitirá poner fin a las frecuentes averías que se registraban por la rotura de la vieja tubería. Asimismo, se han renovado las luminarias, que incorporan luces led, y en las próximas semanas se instalará mobiliario urbano.

El acceso a las numerosas viviendas existentes a lo largo de toda la travesía fue otro de los escollos que fue preciso superar, así como la necesidad de recurrir a la expropiación de terrenos para poder acometer una de las partes más importantes de la actuación, la glorieta del cruce de A Barquiña.

Por todo ello, el alcalde de Noia, Santiago Freire, destacó la complejidad de la obra, que ha supuesto una inversión de más de un millón de euros y año y medio de trabajos, pero que cumple a la perfección con el objetivo principal con el que se concibió el proyecto: «Mellorar a accesibilidade e a seguridade viaria, limitando a velocidade a 30 quilómetros por hora e habilitando espazos máis humanizados para os peóns».

La actuación ha permitido eliminar un punto negro de accidentes

Uno de los objetivos con los que se impulsó la actuación acometida en la travesía de entrada a la villa de Noia desde Outes es sin duda la mejora de la seguridad vial. De hecho, la glorieta que se ha ejecutado en el cruce de la carretera comarcal AC-550 con la provincial que lleva hasta A Barquiña era una actuación demandada desde hace años en la localidad y ha permitido eliminar un punto negro de accidentes de tráfico.

Como paso previo a la construcción de la rotonda, hace unos años se ejecutó un tercer carril de incorporación para los vehículos que se desviaban hacia A Barquiña desde la carretera general y eso contribuyó a reducir la siniestralidad en un punto muy preocupante por el elevado volumen de accidentes que registraba. Tanto es así, que hace algo más de una década el Concello elaboró un informe que concluyó que la travesía en la que ahora se ha actuado era la zona que registraba la mayor tasa de siniestros viales, con una media de tres al día, con el cruce de A Barquiña como principal foco del problema.

Esto se debía al enorme volumen de tráfico que registra, no solo el vial comarcal, sino también el que circula por la carretera provincial, donde está radicada un gran hipermercado con gasolinera, además del propio núcleo de A Barquiña y el colegio de educación primaria Rodríguez Cadarso. De ahí que siempre existiese en el seno de la corporación noiesa unanimidad con respecto a la necesidad de que se actuase en este punto para reducir la siniestralidad y, de hecho, la glorieta aparece ya recogida en el planeamiento urbanístico.

En cuanto al diseño de la rotonda, ha sido necesario adaptarse al espacio disponible, que no es demasiado. Así, se ha ejecutado una glorieta de 26 metros de diámetro, con una isla interior de dos metros y un único carril de seis.

Con esta infraestructura lo que se ha pretendido es facilitar los movimientos y giros de los vehículos para dar fluidez al tráfico y reducir el riesgo de accidentes en este punto.

En datos

1 La actuación, que cuenta con financiación de la Xunta, supuso una inversión de 1,15 millones de euros, presupuesto que incluye tanto la ejecución de los trabajos como las expropiaciones de los terrenos necesarios para poder acometer la obra.

2 El tramo en el que se ha actuado tiene una longitud de 1,3 kilómetros y es una de las travesías con mayor densidad de tráfico del municipio.

3 Queda pendiente la instalación de mobiliario urbano para acabar de dar una imagen más humanizada a la zona, una tarea que el Concello de Noia tiene previsto acometer en las próximas semanas.