¿Qué pasa si una parcela está afectada por Red Natura?

Maruxa Alfonso Laya
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BIODIVERSA GALICIA

PEPA LOSADA

La protección que esta figura otorga a determinadas fincas no tiene por qué estar reñida con su explotación agrícola, ganadera o forestal

23 may 2022 . Actualizado a las 09:32 h.

Conservar la biodiversidad de determinados espacios es el objetivo con el que Europa creó la Red Natura 2000, una serie de zonas de alto valor ecológico que buscan asegurar la supervivencia a largo plazo de los diferentes tipos especies y hábitats que existen en el continente. Sin embargo, esta protección no tiene por qué estar reñida con el desempeño de actividades productivas en estos terrenos, como la agricultura o la ganadería. Eso sí, el agricultor tiene que tener en cuenta que su parcela contará con una serie de limitaciones en el uso de productos fitosanitarios o a la hora de realizar determinadas prácticas que pueden dañar el medio ambiente. 

Se calcula que, actualmente, el 70 % de la superficie amparada por Red Natura tiene un uso agrario. De hecho, según recoge el Ministerio para la Transición Ecológica en su página web, buena parte de los hábitats protegidos están en zonas agrarias y silvícolas. Y es que estas zonas son, a veces, seminaturales, creadas y mantenidas por la actividad humana y podrían llegar a desaparecer si esas labores agrícolas y ganaderas cesaran. Por eso, contrariamente a lo que se cree, la idea de Red Natura no es construir reservas naturales o congelar la activada productiva. Es más, en el ministerio insisten que, salvo algunas excepciones, estos espacios han de ser gestionados hacia actividades productivas. 

Explica Jacobo Feijoo, portavoz de Unións Agrarias, que los agricultores deben tener en cuenta que cualquier terreno amparado por esta figura de protección «vai ter unha serie de limitacións». Y es que Red Natura cuenta con un plan director que prevé tres figuras de protección diferentes, que son las que marcarán qué actividades se pueden realizar y cuáles no. De hecho, la teoría dice que cada zona de protección o lugar de interés comunitario tiene que tener su propio plan director, que es el que dictamina los usos que se le pueden dar al suelo. Pero esto no siempre es así, con lo que el agricultor se encuentra, en ocasiones, «nunha situación de inseguridade xurídica», argumenta. 

«Mentras non se concreta ese plan director, existe unha situación de inseguridade e pode supoñer un obstáculo enorme para o uso forestal ou de pastoreo desas parcelas», añade. Trabajos como la roturación de las fincas pueden tener limitaciones, además del uso de determinados productos. 

Con carácter general, la Consellería de Medio Ambiente publicó en el 2016 una instrucción para informar a los municipios gallegos de los criterios comunes que deben regir sobre los usos en los terrenos amparados por Red Natura dedicados a la actividad agropecuaria. «Con carácter xeral, considéranse usos ou actividades permitidas aqueles de carácter tradicional que son compatibles coa protección do espazo natural porque non causan afección apreciable», reza el documento. El informe también establece que, en el medio rural, las actividades relacionadas con el sector primario tienen ese carácter tradicional y que, por lo tanto, la explotación de parcelas siempre fue compatible con la conservación de espacios naturales.

Entre los usos permitidos en las parcelas protegidas destaca la regeneración de terrenos dedicados a uso agrícola y ganadero, incluyendo prácticas como el arado de las fincas o la plantación. También, el mantenimiento de terrenos dedicados a usos agrícolas o ganaderos o el aprovechamiento de las producciones agrícolas, es decir, el cosechado y la siega. Está permitido arar los terrenos abandonados hace menos de diez años y mantener y mejorar las infraestructuras preexistentes, como las pistas y caminos.

En cuanto al aprovechamiento forestal, el documento afirma que están autorizados los tratamientos silvícolas en masas arboladas de eucaliptos y pines, el mantenimiento de las fajas de control de la biomasa, la reforestación y la realización de aprovechamientos madereros y leñosos en parcelas arboladas, entre otras tareas.