Ocho ejemplos de la crítica situación económica de los ayuntamientos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

CAMBRE

Chequeo a los concellos que atraviesan más dificultades tras años de impagos, o que están intervenidos o ahogados por las deudas

01 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las familias de Cambre se han movilizado ante la ausencia de higiene y limpieza en los colegios. Miño sigue arrastrando las consecuencias de los excesos urbanísticos y su deuda aún supera hoy los 19,3 millones de euros. Os Blancos, en Ourense, fue el primer ayuntamiento gallego intervenido, y recientemente ha solicitado una prórroga de otros dos años, al contar con un nivel de endeudamiento equivalente al 432 % de sus recursos. La situación económica de muchos concellos es crítica, con más de medio centenar que duplican el período máximo legal para pagar facturas. El chequeo a estos ocho ayuntamientos resume buena parte de las dificultades que atraviesan las Administraciones locales de Galicia:

Cambre

Bloqueo y dimisión del alcalde. María Pan acaba de ser investida alcaldesa de Cambre tras la dimisión de Óscar García Patiño (Unión por Cambre). El municipio coruñés, de 24.739 habitantes, lleva meses bloqueado para pagar y contratar pese a tener un remanente de 6 millones de euros. Numerosas empresas de servicios básicos (luz, agua, limpieza?) acumulan meses sin cobrar o lo consiguen por vía judicial. El motivo es que la interventora considera todos los contratos en precario como acuerdos verbales. El pulso entre el regidor y la funcionaria acabó con la dimisión del primero.

La primera medida de la nueva alcaldesa, también de Unión por Cambre, ha sido dialogar con las funcionarias (secretaria e interventora) para buscar vías de solución a este problema. Y parece que hay avances. «Para el servicio de ayuda a domicilio ya tenemos un pliego nuevo para sacar a licitación, al igual que el de saneamiento y abastecimiento», señala la alcaldesa. También se han elevado al Consello Consultivo los primeros expedientes, el de la compañía del servicio de iluminación y el de la de limpieza de edificios municipales, para que se les pueda pagar cuanto antes.

Los impagos están generando numerosos quebraderos de cabeza a la sociedad de Cambre. Recientemente, la comunidad escolar de cinco colegios se concentró ante la Casa do Concello para protestar por la falta de higiene y limpieza en los centros educativos, algo que se hace extensible al centro de salud.

O Porriño

En vías de reducir deuda. El Concello de O Porriño tiene una deuda de 811.000 euros. Es poco, comparado con la que había en el 2012, cuando se alcanzaron 4,1 millones. El gobierno local del PP tuvo que solicitar dos préstamos de un millón de euros y otros de 800.000 para ir abonando a los proveedores los servicios y gastos que estaban pendientes.

El Ayuntamiento está muy pendiente de lo que puede recibir este año del Estado, porque ha superado los 20.000 habitantes y la participación en los presupuestos de la Administración central va a ser mayor. Por ese motivo, no se han elaborado aún los presupuestos municipales. O Porriño es uno de los municipios de Galicia con un PIB por habitante más alto (41.000 euros), por la enorme facturación de sus empresas e industrias. Para atraerlas, tiene una bonificación de impuestos de hasta el 95 %. El objetivo del alcalde, Alejandro Lorenzo, es «poder amortizar los préstamos y poder usar un remanente de más de 500.000 euros para acometer inversiones».

A cañiza

Dos planes de pagos. El alcalde socialista de A Cañiza, Luis Antonio Gómez Piña, afirma que cuando llegó al Gobierno en el 2019 se encontró con una deuda de 4,3 millones de euros en facturas sin pagar, así que tuvo que poner en marcha dos planes de pagos a proveedores y solicitó 2,7 millones de euros que hay que devolver. Debido al plan de ajuste, el Estado retiene el 50 % de los ingresos que tiene que efectuar a las arcas municipales. El objetivo del gobierno local es rebajar esas retenciones al 25 %. Esto supone «un aumento de tasas e impuestos, que no gusta, pero hay que hacer, y un recorte de gastos corrientes», señala Piña. Uno de los problemas del municipio es su enorme dispersión: apenas 5.000 habitantes en una superficie de 108 kilómetros cuadrados, que es la misma que tiene Vigo con casi 300.000 vecinos. La subida de la electricidad fue un mazazo, pues llevar la luz a 400 kilómetros de vías y casas supuso una factura de 700.000 euros en alguna ocasión. El regidor también quiere amortizar plantilla cuando se produzcan jubilaciones.

Ourol

Encomendados a otras Administraciones. «A Deputación de Lugo é a Administración máis xenerosa con nós». Lo afirma José Luis Pajón, alcalde socialista de Ourol, concello mariñano con 995 vecinos y un presupuesto de dos millones. Sin aportaciones de otras Administraciones sostiene que en este municipio, de 146 kilómetros cuadrados, con tanta dispersión geográfica y con un porcentaje alto de población envejecida, sería complicado mantener servicios, hacer inversiones o afrontar algunas emergencias. Pajón confirma que el grueso de los ingresos municipales son por IBI e IAE de los parques eólicos y de cuatro minicentrales eléctricas: «Os impostos á cidadanía son poucos, xa que o IBI urbano témolo ao mínimo».

Defiende que el Concello paga a menos de 30 días y avanza que no van a renunciar a seguir prestando servicios a los mayores —«financiámolos con fondos propios e son gratis para eles»—, además de campamentos de verano y otras actividades para niños.

Pol

Convenios con la diputación. El Concello de Pol (1.582 habitantes) necesita ayuda de otras entidades para afrontar gastos corrientes. Un convenio firmado en febrero con la Diputación de Lugo recoge que la institución provincial aporta 200.000 de los 240.000 euros dedicados a diversos gastos. La reparación de vehículos municipales, los seguros de esos coches o el gasto en combustible son algunos de los fines previstos, así como la adquisición de material para reparar averías en la red de agua.

El alcalde, Lino Rodríguez (PSOE), no quiso hacer comentarios sobre la situación económica municipal. En cambio, la portavoz del PP, Nicole Grueira, cifra la deuda del Concello en 2,7 millones y advierte de que el Ayuntamiento va camino de la deriva financiera. También critica que no se hayan aprobado todavía los presupuestos de este año y que se acuda por sistema al reconocimiento extrajudicial de crédito para pagar facturas.

Xinzo de Limia

Plan de ajuste. Los presupuestos del concello ourensano de Xinzo de Limia (9.529 vecinos) están condicionados por el plan de ajuste del 2012 del Ministerio de Hacienda. Deben reservar una media de 300.000 euros anuales hasta el 2032. El plan afecta a los capítulos 1 y 2, que tienen que ver con los gastos de personal y el gasto corriente. Esto obliga al Concello a amortizar las plazas de los funcionarios que se van jubilando y a tener que buscar financiación de otras Administraciones para poder acometer obras y mantener sus servicios básicos.

Miño

Los efectos de conflictos urbanísticos. Miño (6.753 habitantes) arrastra una deuda, generada por varios conflictos urbanísticos, que ha condicionado la gestión municipal durante los últimos años. En estos momentos supera los 19,3 millones de euros. El consistorio cerró el 2023 con una deuda bancaria de 969.063,63 euros. Además, debe devolver el crédito solicitado en su día al Instituto de Crédito Oficial (ICO) solicitado para pagar a los expropiados por Fadesa en Costa Miño, ya que el Concello fue considerado responsable subsidiario en esta operación que ha sido puesta como ejemplo del bum del ladrillo. Hasta el momento logró diversos aplazamientos y ahora tiene hasta el 2050 para acabar de pagar los 18.414.520,53 euros que le restan por abonar. Asimismo, debe a la Diputación coruñesa 158.031,96 euros.

Esta situación económica complicada ha derivado en varios contratos caducados. En estos momentos hay siete, pero desde el consistorio puntualizan que cuatro están en proceso de preparación para licitación.