Demoras en el eje atlántico

Xosé C. Fernández

A CORUÑA CIUDAD

Confluencia de la línea Ourense-Santiago con el eje atlántico en Angrois
Confluencia de la línea Ourense-Santiago con el eje atlántico en Angrois XOÁN A. SOLER

29 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ni ser un lince, ni tener título de ingeniería son imprescindibles para inventariar los numerosos retrasos, conocer sus causas, diagnosticar los males que aquejan al ferrocarril, algunos endémicos y crónicos, y plantear con exigencia soluciones para reducir a mínimos los retrasos de los trenes de media distancia, en la transitada línea entre A Coruña, Santiago y Vigo. Las demoras están ocasionadas por alguna de las siguientes causas que se deben consignar sistemáticamente, dándolas a conocer con periodicidad mensual:

Infraestructura: plataforma y vía, así como su estado y mantenimiento. Tramos sin finalizar; sistemas de control de la circulación sin instalar o sin activar; carencia de mantenimiento de vía.

Material móvil: trenes en número insuficiente para el servicio y reserva, inadecuados para el servicio por sus características y funcionalidad y con deficiencias en su mantenimiento y revisiones.

Personal de conducción: Maquinistas insuficientes para los servicios programados, con horarios de trabajo no ajustados.

Programación de servicios: Inadecuación a las necesidades comerciales; tiempos de parada desajustados; ausencia de servicios suplementarios en días y horas punta.

Causas externas: imprevisión ante situaciones meteorológicas excepcionales; controles de entrada y acceso innecesarios y/o insuficientes; comportamientos incívicos de viajeros.

Algo inútil y un engaño para acometer la reducción de los retrasos es clasificar las demoras por su tiempo de duración. Es mucho más eficaz conocer la frecuencia de su ocurrencia. Va siendo hora de que las ya manidas promesas de reducción de retrasos por parte de Renfe se traduzcan en informaciones para los viajeros. Lo primero es dar cuenta de la estadística real de incidencias, sus causas y su frecuencia, pues son servicios subvencionados con el dinero de todos. Y, también, un programa concreto y detallado para su corrección.

Nada de esto interesa en Madrid, que tienen sus prioridades en asuntos de alto nivel estratégico empresarial, y que cuentan con la incompetencia y apatía real de los eventuales controles autonómicos, limitados al capítulo de quejas, sin aporte práctico de soluciones. Ya es tiempo de que no seamos tratados como menores de edad.