Fallece en A Coruña Andrés Lancina Pérez, el fotógrafo de los Reyes Magos

Alberto Lancina Martín A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Andrés Lancina Pérez tenía 92 años
Andrés Lancina Pérez tenía 92 años

Durante casi 60 años de ejercicio profesional, retrató la vida social, cultural y deportiva de la ciudad

30 ene 2024 . Actualizado a las 09:28 h.

 El conocido fotógrafo coruñés Andrés Lancina Pérez falleció el pasado 29 de enero en A Coruña a la edad de 92 años. Fue continuador de una notable generación de fotógrafos que ejercieron en la ciudad herculina desde que se inició el desarrollo de la fotografía profesional en la segunda mitad del siglo XIX. Coruñesista de pro, tuvo implicaciones en muchos ámbitos de la actividad social y cultural coruñesa.

Siendo muy joven, cuando descubre la fotografía queda prendido de esta actividad artística al punto de querer convertirla en su profesión. Para disgusto de su familia, cuando contaba con 22 años decide abandonar su empleo más seguro en Renfe para aventurarse en un futuro profesional más incierto en el campo de la fotografía. Los primeros pasos los da de la mano de Tino Viejo, un fotógrafo profesional con ejercicio ya muy consolidado. En aquellos tiempos, el fotógrafo debía dominar la complicada técnica de realización de una fotografía, ya que entonces las cámaras analógicas precisaban de un profundo conocimiento de los parámetros de ajuste manual para obtener buenas fotografías y conseguir efectos artísticos. Por otra parte, también se debían tener conocimientos para la reproducción de las fotos en un laborioso y complejo proceso de revelado de los clichés y positivado de las postales fotográficas en el cuarto oscuro del laboratorio.

En sus comienzos se centra en el reportaje comercial y el trabajo de laboratorio, que serían los dos pilares fundamentales a lo largo de sus casi 60 años de ejercicio profesional, con especial dedicación a retratar las celebraciones familiares más significadas, como las bodas, bautizos, comuniones o cumpleaños. A través del tiempo fueron muchos los coruñeses por él retratados que guardan en sus cajones alguna de sus fotos que inmortalizan esos momentos tan trascendentales de la vida de las personas. No obstante, posteriormente realizó una importante labor en el reportaje de distintos eventos sociales que iban aconteciendo en la ciudad. Durante la década de los 70 ocupó cargos de representación en la Agrupación Profesional de Fotógrafos de la provincia de A Coruña, llegando a ser presidente de la misma, en una época de especial intensidad en la regulación en España del ejercicio profesional de la fotografía.

Estuvo implicado en las actividades de varias sociedades e instituciones recreativas, sociales y culturales de la ciudad, realizando diversos reportajes fotográficos en las mismas, tales como el Sporting Club Casino, Real Orden de Caballeros de María Pita, Asociación Histórico Cultural Gran Armada, Asociación Histórico Cultural The Royal Green Jackets, Club de Leones y la Asociación Cultural Airiños da Torre. Llegó a ser el fotógrafo de referencia de dos entidades emblemáticas de A Coruña, la Real Fábrica de Tabacos y el Colegio Liceo La Paz, una vinculación que mantuvo hasta el momento mismo de su jubilación.

Otro aspecto importante de su actividad profesional lo constituye la cobertura fotográfica de distintos eventos organizados por el Ayuntamiento de A Coruña. Su presencia con su cámara fue notable durante la celebración de distintos actos de las Fiestas de María Pita. Pero el momento que más disfrutaba era aquel cuando retrataba a los niños, junto a los Reyes Magos durante las fiestas navideñas, en la recepción que se ofrecía en el palacio municipal. Esto le valió para ser reconocido como “el fotógrafo de los Reyes Magos” y por lo cual sentía un especial orgullo y satisfacción. Otros actos festivos que habitualmente frecuentaba, y daba buen reflejo con sus fotografías, fueron las Fiestas de la Virgen del Rosario, las Fiestas de San Juan, teniendo un importante compromiso con la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan, y las Fiestas del Carnaval.

Tuvo un gran protagonismo en variados eventos deportivos de la ciudad desde su juventud, especialmente con el fútbol, reconociéndose un ferviente simpatizante del Real Club Deportivo de A Coruña. Fue fundador en el año 1951 del club de fútbol Maravillas, ostentando la presidencia del club durante los años 50. También tuvo una importante implicación en el fútbol sala en A Coruña durante los años 80 y 90. Se encargó de los reportajes fotográficos de jugadores y equipos y, además, participó en la organización de campeonatos y en la edición de folletos y revistas de prensa relacionadas con el mundo del fútbol sala que con tanta pasión se vivía en la ciudad en aquella época. Es por toda esta actividad que también era conocido como “el fotógrafo del fútbol sala”.

Se casó con Nélida Martín González y tuvo un hijo, el doctor. Alberto Lancina Martín, urólogo ejerciente en el Servicio de Urología del Chuac de A Coruña. Se resistió a jubilarse por el apego que tenía a su profesión y porque, como  él mismo decía, no existía realmente una edad para la jubilación mientras se siga teniendo la ilusión y la fuerza necesaria, mientras se sienta que aún eres útil para la sociedad y mientras se siga disfrutando de algo que sirve para más que ganarse la vida.