Isabel Brea: «He corrido todos los maratones de A Coruña de los últimos años y tengo 72»

Loreto Silvoso
loreto silvoso A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

Recién operada de la cadera, Anduriña, como la conocen todo el mundo, irá a por todas en los 21 kilómetros del día 25

18 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca es tarde para empezar en el deporte. Isabel Brea Pose (A Coruña, 1951) completó su primer maratón a los 60 años, y desde entonces los ha corrido todos. No ha faltado ni a un solo medio maratón. Con el del domingo que viene está muy ilusionada porque la acaban de operar de la cadera y es todo un reto. Quedamos con ella en La Solana, donde se entrena y es una auténtica institución. En las carreras todos la conocen por su apodo. Ella es la energética e incombustible Anduriña.

—¿Cuándo empezó a correr?

—A los 52 años. Me quedé viuda un año después, pero mi marido me animaba mucho a correr.

—Así que lleva veinte años gastando zapatilla.

—Sí, pero empecé muy tarde. Me gustaba mucho el deporte, pero no podía practicarlo porque tenía cuatro hijos, trabajaba y no tenía tiempo. Empecé a correr un poquito y me gustó.

—Se enganchó enseguida.

—Me vieron corriendo en Ordes y ya me llevaron para un club, después pasé para otro (el Egovarros de Viveiro), me federaron e hice campeonatos de España, gallegos y maratones.

—¿La distancia larga es su especialidad?

—Sí, lo que más me cunde a mí son los maratones de 42 kilómetros. He corrido todos los de A Coruña, los nueve que ha habido. El primero lo hice con 60 años. Hice todos los maratones y todos los medios maratones de A Coruña.

—Dicen que tiene la casa llena de trofeos y medallas.

—Sí, ¡tengo muchas! He hecho también muchas carreras cortas, pero a mí lo que más me han gustado siempre son los maratones. Los de fuera de A Coruña no, porque tenía miedo de no acabarlos.

—Y ahora va a por todas con la Coruña 21 del próximo domingo.

—Sí, ahora voy a la Media Maratón Atlántica del día 25. Me pusieron una prótesis de cadera hace cinco meses y tengo mucha ilusión de poder correrla.

—¿Cómo se encuentra?

—Muy bien. Lo pasé mal antes de la operación porque no me encontraban el tema. Andaba torcida y el dolor era horrible.

—¿Qué le dijeron los médicos?

—Que podía volver a correr, así que bien, muy bien. A ver, yo fui buena, ahora no corro como antes pero lo hago, ¿entiende? Ahora estoy con muchas ganas de ir a la Media. La haré en el tiempo que me lleve. Mi objetivo es acabarla y entrar dentro del tiempo. En la carrera del año pasado ya tenía el problema de la cadera y lo pasé mal. ¡Aun así la acabé!

—Me parece usted admirable.

—Me animaban diciendo «¡Venga, Anduriña, que tú puedes! A mí por Isabel no me conoce nadie.

—¿De dónde le viene el apodo? ¿Tiene que ver con lo que corre?

—Me llaman Anduriña desde los tiempos en que escribía yo unos textos para Radio Juventud. Y como no paraba, pues eso.

—Llevamos cinco minutos en la puerta del gimnasio y no ha parado de saludarla la gente.

—Aquí en La Solana la verdad es que me quieren mucho. Vengo cuatro días a la semana y hago un poco de trabajo muscular con pesas, pilates y abdominales, que es lo que más me gusta. —¿Puedo tocar? [Clavo el dedo con suavidad en el centro de su abdomen y compruebo que está duro como una piedra].

—Es que la fuerza la tengo ahí. Luego no soy capaz de abrir una sentadilla, pero esto sí. Además, corro tres días de aquí a las Esclavas y vuelta.

—¿Sigue alguna dieta?

—No, no. Como de todo, y de lo malo también. El dulce me encanta y me calma la ansiedad.

—Se da algún capricho.

—Alguno no, ¡todos! No sigo ninguna dieta, créame lo que le digo. Me gusta la comida basura.

—¿Correr no entiende de edad?

—He animado a mucha gente de mi edad a correr y lo han logrado.

«En las carreras nunca me rindo, tengo mucho tesón»

Siempre en movimiento, en cuanto acaba la charla con La Voz, nuestra protagonista se marcha a clase de teatro con una amiga.

—Anduriña, ¿cuál es su secreto?

—Hay que estar entrenada, pero luego es más de aquí.

—¿Es más un tema de mente que de cuerpo?

—En carreras largas es más un tema mental. Piensa que sí puedes.

—¿Es lo que hay que decirse a una misma cuando llega el muro?

—Sí. Yo nunca me rindo. Tengo mucho tesón.

—¿Qué le motiva para seguir corriendo maratones a su edad?

—¡Que puedo hacerlo!

—¿Cuál es su sueño?

—Quiero que vuelva el maratón de A Coruña. Volvería a prepararlo.

—¿Qué es lo mejor de correr?

—Que me da una sensación de libertad increíble. Y como todo el mundo me conoce, me van saludando por el paseo marítimo que es donde corro, y me siento muy querida.

—¿Qué recuerda del primer maratón que corrió en A Coruña?

—Que fue muy accidentado, porque ese día tronaba y había un temporal horrible.

—¿Uno memorable?

—El de Santiago, llegando al Obradoiro, habían puesto mi nombre con lucecitas.

—¿Sus nietos corren?

—Tengo cuatro hijos, de los que dos corren, y cuatro nietos, a los que también les gusta el atletismo.

—¿Les metió el gusanillo la abuela?

—A los hijos sé que les influí mucho. Y los nietos están orgullosos de tener una abuela atleta, pero ya se lo toman como algo natural. Tengo tantos trofeos en casa que para ellos es algo normal.

—Por cierto, ¿en qué trabajaba?

—Primero fui sastra y después me dediqué a la limpieza, porque tenía que adaptar los horarios al colegio de los niños. Así que no me quedó más remedio que trabajar por horas.