Estephany y Eliezer Cruz: «Estamos muy orgullosos de ser los primeros negros que conducen el bus en A Coruña»

Loreto Silvoso
loreto silvoso A CORUÑA / LA VOZ

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Estephany y Eliezer Cryuz Portolatin, nuevos conductores de la Compañía de Tranvías de A Coruña
Estephany y Eliezer Cryuz Portolatin, nuevos conductores de la Compañía de Tranvías de A Coruña Marcos Mí­guez

Originarios de República Dominicana, los dos hermanos pensaban que su sueño de trabajar en Tranvías sería «imposible» de alcanzar

21 abr 2024 . Actualizado a las 21:17 h.

Aire fresco ha entrado por la ventanilla de los buses de Tranvías. Estephany y Eliezer Cruz Portolatin, dos hermanos nacidos en la República Dominicana que han hecho de A Coruña su hogar, se han estrenado al volante. Ella tiene 30 años, su hermano, 25, y los dos lucen una sonrisa de oreja a oreja porque están felices de haber hecho realidad su sueño.

Pregunta. ¿Cuál era su sueño?

Estephany. Trabajar en Tranvías. Yo empecé en la hostelería en Abegondo cuando tenía 17 años. Tras la pandemia, decidí cambiar de sector y una amiga me sugirió, porque me gusta mucho conducir, que me sacase el carné de bus. Se lo comenté a mi madre y me dijo: «¿Cómo te vas a gastar ese dinero si yo nunca vi a un negro conduciendo un autobús en A Coruña?». Y le dije: «¡Pues yo voy a ser la primera!».

P. ¿Lo veía imposible?

Estephany. Un poco sí. Me llamaba la atención que no hubiese ninguno antes que nosotros, por eso pensé que me iba a costar entrar. Tras obtener el carné, a los pocos meses empecé a trabajar en Autocares Vázquez con el transporte de los colegios, pero siempre con el sueño de entrar en Tranvías en el horizonte. A nivel de compañías, esta es la mejor. Lo que más me gusta es que tengo un cuadrante, un planning anual con todos mis días libres hasta diciembre. Yo tengo una niña y para mí eso es lo más importante.

P. ¿Por eso animó a su hermano a que emprendiera la misma ruta?

Estephany. Sí. Debo reconocer que él conduce incluso mejor que yo [ríe] y lo convencí pronto.

P. ¿A qué se dedicaba antes?

Eliezer. Yo en ese momento montaba muebles como autónomo, pero había poco trabajo y me apunté a la autoescuela. No tenía ni idea de que iba a acabar trabajando en Tranvías de A Coruña, que fue lo mejor que nos pudo pasar. En este mundo de la conducción, el top es esta empresa.

P. Así que lograron entrar los dos en Tranvías el pasado verano, ¿cómo está siendo su experiencia hasta ahora?

Estephany. ¡Muy buena! Vamos en la línea de la UDC y todos los compañeros nos han acogido de manera fantástica. A mi hermano lo quieren muchísimo.

Eliezer. Sí, estamos muy contentos. El apoyo que nos están dando por parte de los compañeros, de los jefes y todos es tremendo.

P. Se han adaptado bien.

Estephany. El primer día yo le pregunté al jefe: «¿A que somos los dos primeros negros de la empresa?» A lo que él, esbozando media sonrisa, contestó: «Sí, pero os voy a decir una cosa. Eso no os da ningún privilegio, pero tampoco os lo quita». Aquí venimos todos a trabajar y nos da igual lo demás.

P. Chapó.

Eliezer. Sí. Estamos muy orgullosos de ser los primeros.

P. Y con los pasajeros ¿qué tal? ¿Se sienten el centro de todas las miradas?

Eliezer. A todos les llama la atención que estemos aquí. Muchos giran la cabeza al vernos pero luego nos felicitan y se ponen muy contentos.

Estephany. Sí, entran como despistados, te miran y se ríen. A mí las señoras son las que más me piropean: «¡Ala, una chica! ¡Y qué guapa, me alegro mucho!», me dicen.

P. Es que encima usted ha roto dos techos de cristal, el del racismo y el del feminismo.

Estephany. Mucha gente se alegra por eso. Ya somos 13 mujeres y espero que pronto seamos más.

P. Son conscientes de que algún comentario feo les va a caer, ¿no?

Estephany. Seguramente, pero yo tengo experiencia con eso por mi etapa en la hostelería. Al principio me enfadaba, pero ahora pienso que no vale la pena.

Eliezer. De momento no me han dicho nada racista. Allí donde llegamos, como que caemos bien.

Estephany. Somos la prueba de que A Coruña es una ciudad abierta y para todo el mundo.

«Somos “domini-llegos”»: Así contesta Estephany cuando le preguntan de dónde son. «En mi caso es así, porque casi llevo en Galicia los mismos años que viví en la República Dominicana». Tanto ella como su hermano Eliezer llegaron hace 13 años con sus padres a A Coruña, donde residen y trabajan.

 «Todos los que somos de fuera creemos que A Coruña es la mejor ciudad para vivir»

Fue precisamente en un autobús donde Rosa Parks abrió el camino de la igualdad racial en Estados Unidos en 1955. De no sentarse nadie a su lado, a seguir rompiendo barreras en A Coruña en el 2024. Nos montamos en el bus de los hermanos Estephany y Eliezer, donde no hay espacio para la xenofobia y el racismo.

Pregunta. Se puede conseguir.

Estephany. ¡Sí que se puede!

Eliezer. ¡Nada es imposible! Yo me paso el día halagándome a mí mismo ante los compañeros: «Sabes que estás hablando con el primer negro en la empresa, ¿verdad?». Estoy muy orgulloso.

P. ¿El mayor obstáculo para llegar aquí han sido más los socavones que otra cosa?

Estephany. Bueno, los baches y los coches en doble fila. Mi calle roja es cuando hago el 11 en la avenida de Os Mallos. No me gusta pasar por allí, porque siempre hay autos mal aparcados. Con el articulado pasas muy justo.

P. ¿Es verdad que en A Coruña nadie es forastero?

Eliezer. Todos los que llegamos de fuera estamos de acuerdo en que A Coruña es de las mejores ciudades para vivir, si no la mejor.

Estephany. A Coruña recibe a todo el mundo muy bien. Tengo muchos conocidos de otros países y todos coincidimos en lo mismo. ¡A Galicia le pones 25 grados todo el año y no tiene nada que envidiarle al Caribe!

P. ¿Se imaginaban que acabarían de conductores de bus? ¿Qué querían ser de pequeños?

Eliezer. Yo miraba mucho la Fórmula 1 y estaba como loco con Fernando Alonso. Estudié Mecánica, pero lo dejé a la mitad.

Estephany. Yo quería ser informática, pero el cambio de la educación de mi país hacia aquí me costó y acabé dejando los estudios. Fue bastante duro para mí y para mi madre más.