El muelle de San Diego, el barrio residencial que aguarda A Coruña

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Con cerca de 400.000 metros cuadrados, se abre a un desarrollo global que incluya edificios icónicos, un nodo de transporte y 5.700 pisos

27 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El muelle de San Diego, junto con el petrolero y la estación de mercancías, es una de las piezas claves del puzle de la fachada marítima de A Coruña. Cuenta con una superficie que se aproxima a los 400.000 metros cuadrados (entre los dos muelles) y, mientras las miradas se centran en Batería y Calvo Sotelo por haber quedado desprovistos de actividad industrial, las conversaciones sobre San Diego se dejaron en un segundo plano tomando como referencia que la concesión de Repsol no finaliza hasta el 2027. Pero esta zona supone prácticamente la mitad del espacio que se debe desarrollar dentro de un plan integral e innovador, después de 20 años de olvido para que la ciudad y su puerto se sitúen a la vanguardia. Su liberación abriría un nuevo horizonte en el que esta área podría convertirse en un nuevo barrio con miles de viviendas, equipamientos y zonas verdes.

El plan general, que recoge lo pactado en los convenios del 2004, señala que el 87 % de sus 394.000 metros cuadrados de superficie edificable se pueden utilizar para uso residencial, con inmuebles de bajo más cuatro alturas o, de manera excepcional, bajo más diez. El estudio realizado en el 2021 por la UDC por encargo del Ayuntamiento proponía reducir la edificabilidad a cerca de la mitad, con una altura de bajo más tres plantas, e introducir equipamientos o usos culturales.

En San Diego se pueden construir 5.700 —según el PXOM—, con una edificabilidad de 1,1 m2, mientras que el estudio de la UDC apuesta por una media de 0,60 metros cuadrados que se reduce en la terminal de mercancías a 0,40 metros cuadrados y a 0,30 metros cuadrados en el muelle petrolero. Así, señalan que se libera el 50 % del suelo para poder destinarlo a otros usos. Por comparar, la urbanización de Visma prevé la construcción de 3.600 viviendas, de las que una cuarta parte serán protegidas, en una superficie de 220.000 metros cuadrados, algo más de la mitad de la extensión de San Diego.

En este muelle se prevé dedicar los inmuebles no residenciales a usos productivos vinculados a la actividad portuaria y a otros como oficinas, comercios, talleres o empresas. Los espacios libres como zonas peatonales, deportivas o verdes y los equipamientos, también de diversa índole, están llamados a tener una presencia importante en el desarrollo de esta área.

Además, la estación de mercancías del ADIF ocupa unos 120.000 metros cuadrados. Esta infraestructura se puede aprovechar para la creación de un intercambiador de transporte metropolitano. El plan de la UDC apostaba por la rehabilitación de este espacio para convertirlo en «un centro multifuncional con dos plantas».

A la espera de más vivienda protegida en una urbe donde sube el alquiler

Los últimos datos indican que A Coruña es la tercera urbe de España en la que más suben los alquileres y el Ayuntamiento reclama a la Xunta la declaración como mercado tensionado. En este escenario, en San Diego se podrían hacer pisos de protección oficial, aunque el planeamiento actual no concreta la tipología, por lo que es necesaria su modificación y la redacción de un plan especial. Ahí se definirá cuántas viviendas libres y protegidas habrá.

«Estamos expectantes», explica Juan José Yáñez. El secretario general de la Aso­ciación Provincial de Promoto­res Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco) señala que la fachada marítima es un «espacio especialmente sensible con muchas posibilidades», y que prefieren no «interferir y que sean las Administraciones» las que decidan. «Su plasmación real será a largo plazo», apunta Yáñez, que incide en la importancia de los trámites urbanísticos que se tendrán que hacer. «En Bilbao fue maravilloso lo que se hizo, algo así sería deseable», asegura el secretario general de Aproinco, que advierte que no hay proyectos para esta zona en la actualidad.