Una sangría demográfica, económica y social

ECONOMÍA

19 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Que Galicia lidere el ránking de vivienda desocupada tiene diversas lecturas y todas ellas son negativas porque nos recuerdan la marginalidad con la que se ha tratado a esta comunidad y sobre todo a las provincias de Lugo y Ourense durante decenios. Me explico: se han llevado por delante a una buena parte del sector ganadero y agrícola provocando el cierre de miles de explotaciones, y eso conlleva el desarraigo del rural y su abandono dejando pueblos vacíos o con una mínima población.

De ahí una buena parte de las 299.396 viviendas vacías en Galicia... a mayores de la pérdida demográfica de habitantes de numerosos ayuntamientos y la reducción de ingresos municipales, lo que nos lleva a pensar que mantener 315 ayuntamientos operativos en la comunidad será un autentico reto, sobre todo para los regidores y las diferentes corporaciones, que se verán sometidos a una alta presión para poder dar unos servicios dignos a sus vecinos a la vez que tendrán que contener los impuestos para no seguir ahogando la maltrecha economía de las familias.

Potenciar las capitalidades y las parroquias o núcleos más significativos de los ayuntamientos con baja densidad demográfica puede ser una de las soluciones, aglutinando en la capitalidad los diferentes servicios que la sociedad actual demanda.

Tenemos un parque de viviendas notablemente envejecido con una media de antigüedad de 42 años, de las cuales 254.152 tendrían más de 50 años, con lo que el recientemente aprobado proyecto de Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana nos viene como anillo al dedo.

Aunque no toda la vivienda desocupada responde al rural. Hay que recordar que seguimos teniendo un stock de pisos nuevos de 40.000 unidades en Galicia, casi todas concentradas en las provincias de Pontevedra y A Coruña, y que una buena parte corresponden a vivienda de segunda residencia ubicadas a lo largo de la costa entre A Guarda y Viveiro.

De la misma forma también es evidente que incrementar en solo diez años un 17,6 % el parque de viviendas principales en Galicia -como constata el censo del INE- sin haber aumentado la población es otro de los factores que nos han conducido al despropósito actual, que no es otro que en la comunidad tengamos miles de desahucios y por otro lado tengamos decenas de miles de viviendas vacías.

En definitiva, parece que nos hemos pasado de frenada, lo que, sumado a una pésima política territorial, nos ha llevado a que en Galicia tengamos un 18,6 % del parque de viviendas sin ocupar. Normativas claras, agrupadas, legibles y sólidas serán las que reconduzcan urbanísticamente una situación claramente perjudicial y que constituye un sin sentido difícil de asumir.

Benito Iglesias es presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias.