Ni descuentos ni rebaja del IVA: el precio de los alimentos seguirá subiendo en Galicia

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

_Eduardo Oyana | EFE

Cada hogar gallego gasta a estas alturas 360 euros más al año en estos productos básicos

23 abr 2023 . Actualizado a las 11:52 h.

¿Cuándo van a bajar los precios de los alimentos? Es una pregunta recurrente en los supermercados gallegos, donde ni los descuentos anunciados por algunas cadenas ni la rebaja del IVA desde principios de año han conseguido amortiguar la subida imparable que han experimentado. Si cada hogar gallego gastaba hace un año una media de 2.180 euros en comida, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), esa factura se ha elevado en 360 euros. Y es que, los alimentos están un 16,5 % más caros.

Iba a ser una subida «coyuntural», al principio. Eso decían las autoridades españolas y europeas. Después se dijo que existía un desfase a la hora de repercutir los elevados precios de la energía en los productos finales, a continuación se apuntó a la sequía y, finalmente, el Banco Central Europeo acabó reconociendo que el sector había aumentado sus márgenes de beneficio. En otra palabras: aprovecharon para inflar los precios.

Según los últimos datos disponibles, básicos de nuestra cesta de la compra como los huevos cuestan hoy un 30,8 % más. Lo mismo ocurre con la leche (29,4 %), el aceite (25,6 %), las legumbres y hortalizas (30,2 %), los cereales (22 %), las patatas (22,7 %) y la carne de vacuno (15,7 %) —entre los artículos que más se han encarecido—. Menos básico, pero igual de preocupante, es la subida del azúcar, que se ha disparado un 62,4 %.

Previsión

Según anticipa el Instituto Galego de Estadística (IGE), los precios de los alimentos volverán a subir este mes de abril un 1,9 % respecto a marzo. No hay visos de que se enfríen. Tampoco hay mucho margen para recortar el gasto porque otras partidas como el vestido y el calzado también han subido respecto a hace un año un 0,7 y un 3,1 %, respectivamente. El mayor tirón lo dieron en marzo los paquetes turísticos. Aprovechando la cercanía de la Semana Santa engordaron hasta situarse un 20 % por encima del umbral de hace un año. Tampoco es buen momento para renovar coche. Su precio se ha encarecido un 9 %.

SUSO PENA

«Co que traemos da aldea aforramos moito e o que comemos é mellor»

xosé maría palacios

Roberto Sanmartín y su mujer, residentes en Guitiriz, van los fines de semana a la parroquia de Labrada, que pertenece a ese municipio y de la que ella es natural. Tras la pandemia van más a menudo a un lugar donde tienen familia y despensa, y de allí vuelven con material para llenar su congelador y sus armarios todo el año. «Co que traemos da aldea aforramos moito e o que comemos é mellor», dice él. De la zona natal de su mujer, distante unos 15 kilómetros del casco urbano guitiricense, llevan para casa carne, hortalizas y frutas. Para tener carne, matan un ternero en colaboración con otras familias: así se aseguran reservas para unos 12 o 14 meses. Reconoce que prácticamente no sabe lo que es ir a comprar a una carnicería. Las verduras van cambiando a lo largo del año: atrás queda la temporada de los grelos, y con el verano llegarán tomates, pimientos o judías procedentes del huerto familiar. Las manzanas dan materia prima para elaborar una mermelada que aún permite obsequiar a allegados con algún tarro.

Este vecino de Guitiriz admite que tiene la suerte de vivir a pocos minutos de la parroquia de su mujer, con lo cual dispone de una facilidad para llenar su despensa de la que carecería si estuviese a varias horas de viaje. El ahorro es evidente: «Non se nota un pouco no peto, nótase moito», dice, convencido de que esa despensa casera «é unha maneira de ter calidade e de aforrar bastantes cartos».

Maruxa Alfonso

«Las naranjas que hace quince días me costaron 1,20 hoy valen 1,8 euros»

m. a.

Nadie discute ya que el precio de la mayoría de los alimentos se ha disparado notablemente en el último año. Pero para Victoria Valle, una vecina de Cambados, el problema es que esta escalada todavía no ha llegado a su fin, sino todo lo contrario. A las puertas del supermercado donde suele realizar la compra explica que, en su opinión, «los pecios siguen subiendo semana tras semana». Y como prueba nos muestra las naranjas que acaba de adquirir: «Hace quince días me costaban 1,20 euros el kilo; la semana pasada ya eran 1,50 euros y, ahora, acabo de pagarlas a 1,80 euros», asegura. En todo los casos, insiste, es la misma naranja que, semana tras semana, ha ido incrementado sus cotizaciones sin que nadie le explique el porqué. El problema, añade, es que esta misma situación se da con otros muchos alimentos. Quizás donde menos ha notado la subida de las cotizaciones es en la carne y el pescado, pero en el resto tiene muy claro que «subieron los precios una burrada». Es más, considera que, actualmente, la compra que hace cada semana le cuesta hasta un 50 % más que hace solo unos meses, cuando conseguía abastecer su nevera con un desembolso mucho menor. Ese incremento constante de los precios de los alimentos también le ha llevado a que las marcas blancas y las ofertas de los supermercados tengan ahora mucho más atractivo para ella que antes y se cuelen con más frecuencia en su compra semanal.

MARCOS MÍGUEZ

Aumenta la presión para que el Gobierno rebaje el IVA de la carne y el pescado

Cuando entró en vigor la rebaja del IVA decretada por el Gobierno para los alimentos de primera necesidad, los sectores cárnico y pesquero se llevaron una desagradable: sus productos fueron excluidos. Y eso, a pesar de las campañas gubernamentales desplegadas para hacer que los españoles incorporen estos productos, ricos en proteínas, vitaminas, hierro y aminoácidos, en sus dietas.

Mientras tanto, los precios han seguido subiendo. De media, el pescado fresco en Galicia es un 6,7 % más caro que hace un año y las carnes están entre un 9,6 y un 15,7 % por encima de los umbrales de marzo del 2022. ¿Resultado? Se ha agudizado el desplome de ventas de pescado, que cayeron un 20 % en los primeros meses del año.

Toda la cadena de ambos sectores reclama una rebaja del IVA a sus productos —en el 10 %—, como la que ha decretado Portugal. El país vecino mantendrá en suspenso este impuesto durante seis meses a la carne y algunos pescados como la merluza, el bacalao, el jurel, las sardinas o las conservas de atún.

El Gobierno español todavía se resiste a tomar una decisión de ese calado, a pesar del clamor generalizado. No solo entre los profesionales, también entre Ejecutivos autonómicos como el gallego, que esta semana volvió a reclamar un IVA del 0 % a los productos del mar. «Esta medida (la de Portugal) debería sentar un precedente para el Gobierno, que continúa sin atender la demanda de la comunidad gallega, generando un agravio comparativo en el contexto europeo», denunció la conselleira do Mar, Rosa Quintana, quien se muestra perpleja porque productos como el aceite o la pasta tengan una mejor fiscalidad.