El Gobierno expulsa a 14 pakistaníes radicalizados por motivos de «seguridad nacional»

Melchor Saiz-Pardo MADRID / COLPISA

ESPAÑA

Agentes de la Policía Nacional, en una imagen de archivo.
Agentes de la Policía Nacional, en una imagen de archivo. Mariscal | EFE

Habían sido capturados en noviembre en Barcelona, Valencia, La Rioja, San Sebastián, Málaga, Lérida, Palma de Mallorca, Vitoria y Jaén

18 dic 2023 . Actualizado a las 10:56 h.

El Ministerio del Interior ha expulsado en los últimos días a 14 ciudadanos paquistaníes radicalizados y que hacían proselitismo del islam más extremo. El Gobierno está recurriendo a la deportación exprés administrativa de extranjeros integristas a sus países de origen haciendo uso de la ley de extranjería cuando las fuerzas de seguridad tienen sospechas de su peligrosidad, pero las pruebas contra ellos no son suficientes para conseguir su encarcelamiento preventivo y, mucho menos, una condena firme por terrorismo.

Todos los paquistaníes expulsados fueron detenidos el pasado 6 de noviembre en el marco de la segunda fase de la denominada operación Sakina que se desarrolló en Barcelona, Valencia, La Rioja, San Sebastián, Málaga, Lérida, Palma de Mallorca, Vitoria y Jaén por parte de diversas brigadas de Información de la Policía Nacional.

«Este grupo de corte radical revela un nuevo tipo de amenaza grave para la seguridad pública protagonizada por individuos, no vinculados a grupos yihadistas como el Estado Islámico o Al Qaeda, pero con una interpretación de la religión muy intransigente y rigorista», explicó este lunes el Ministerio del Interior, que destacó que los deportados a través de sus redes sociales ensalzan la violencia e idolatran las acciones terroristas cometidas por los seguidores de esta organización.

Las expulsiones -insistió el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska- se han realizado acorde con el artículo 54.1a de la Ley de Extranjería, por su participación en actividades contrarias a la Seguridad Nacional, tras los correspondientes expedientes bajo la instrucción, control y seguimiento de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras. Estas infracciones muy graves llevan aparejada como sanción la expulsión y consiguiente prohibición de entrada en territorio nacional.