Nico Brussino: «Mi crecimiento fue tardío, eso me ayudó mucho a tener diferentes posiciones»

Nicolás José Brussino (Las Parejas, 1993) cumple su tercera temporada consecutiva en Gran Canaria, donde ya jugó previamente en la temporada 2017- 2018. Campeón de la Eurocup 2023 con el equipo grancanario y MVP del pasado noviembre en la ACB, así como subcampeón del mundo en 2019 y campeón de América en 2022 con Argentina. 58 partidos en la NBA. El Breogán recibe al Gran Canaria este sábado en Lugo (18 horas, Movistar Deportes).

—¿En qué momento de forma se encuentra su equipo?

—Estamos en una etapa final. El equipo está haciendo las cosas bien.  En esta segunda fase no estamos muy bien a nivel de visitante, pero mantuvimos la localía fuerte. Estamos enfocados en el último proceso de temporada. 

—¿Cómo describiría el juego de su equipo? Destacan en las transiciones y en la circulación de balón en media pista. 

—Sí, sí, las transiciones son fundamentales en nuestro sistema de juego. Ahí somos un equipo muy competitivo, muy dinámico, pero también depende de la defensa. Cuando no defendemos no podemos hacer transiciones y ahí nos cuesta bastante. 

—¿Cómo es Jaka Lakovic como entrenador?

—Muy bueno, muy bueno. Hay un ida y vuelta con los jugadores, escucha, si uno tiene una opinión se la dice y él la analiza y, después, la toma o no. Ese ida y vuelta es muy bueno. Tiene experiencia como jugador, conoce algunas situaciones del juego y te enseña en ese sentido. Está muy metido en los detalles defensivos y ofensivos. Es un entrenador completo. 

—¿Cómo describiría su rol en el equipo?

—Yo trato de hacer un poco de todo, trato de aprovechar las ventajas que generan mis compañeros, trato de jugar en equipo, tratando de sacar ventaja en los bloqueos centrales. Trato de sacar ventaja con los tiros, con las penetraciones. 

—¿Cómo se encuentra en la isla? 

— Muy bien, muy bien. Con mucha confianza. La gente aquí me trató excelente en esta segunda etapa. Las cosas como equipo funcionan y a nivel individual he mejorado mucho en estos años. Eso ayuda a que la gente te dé más confianza y que te quiera. Cuando salgo a las calles, cuando acaba el partido, la gente te espera para sacar las fotos. La gente está muy metida con nosotros y eso ayuda mucho a tu confianza.

—¿Cómo es Sitapha Savané como presidente? Ex jugador, con mucha cultura y comprometido socialmente. 

—Muy bien, muy bien. Es un histórico aquí en la isla, la gente lo quiere mucho. Él sabe lo que tiene que hacer un presidente, está muy metido, como dices, en temas a nivel social y eso ayuda mucho. Está haciendo muy buen trabajo. 

—¿Qué destacaría de Sergi García? Fue su compañero en Gran Canaria hace dos temporadas.

—Muy bien. Es un chico que trabaja mucho, que entrena, muy comprometido, se comprometió al instante, lo deja todo. Es un buen chico que dejó un buen paso, dejó huella en el Gran Canaria.

—¿Qué destacaría de Ethan Happ?

—Es un trabajador, es el primero que llega y el último que se va. Está constantemente mejorando su físico, cuidándose. Es un chico muy, muy bueno, muy comprometido, está siempre tratando de mejorar su juego y el del equipo. Ha tenido un principio de temporada medio irregular, pero cuando se adaptó a la isla, al sistema de juego y al equipo hizo un despliegue de su talento y nos ayuda mucho. 

—Quizás son los mejores números de su carrera. Más allá de eso, ¿siente que está en su mejor momento?

—Ya llevo seis años casi en la Liga ACB y, quieras o no, eso ayuda mucho. Y también asentarse en un lugar como Gran Canaria o en cualquier otro sitio también ayuda, estar tranquilo, saber que aprecian tu trabajo, tu juego. Y uno solo tiene que centrarse en hacer las cosas bien, mejorar en el día a día. La constancia es fundamental. Estuve en Zaragoza dos temporadas. Cuando estoy cómodo en un sitio mi evolución va en aumento y eso es fundamental. 

—Es usted un tres puro por altura y por rebote. Cada vez hay menos aleros puros. ¿Lo siente así?

—Sí, sí , también. Desde que vine a Europa he jugado más de tres que de escolta, pero también puedo jugar de escolta. También me siento cómodo, tengo esa funcionalidad. Pero sí soy más un alero, como dices tú.

—Destaca en la visión de juego. ¿Lo ha trabajado mucho? No es tan habitual en un alero.

—Mi juego no es el uno contra uno, buscar mis tiros y esas cosas. Siempre traté de buscar al mejor ubicado y eso hace que tenga una visión general de todo el juego. Me gusta cuando doy asistencias, cuando el balón va de un lado a otro más que pensar en mirar mis números. 

—Es elegante a la hora de moverse, de jugar. Eso tiene un punto innato. ¿Cree que su juego gusta especialmente por esto?

—Muchísimas gracias. Es una opinión personal de cada uno. Hay muchos jugadores como AJ Slaugher que también tienen mucha elegancia. Son cosas que vienen de pequeño. Muchas gracias por el piropo. No es algo que entrene o algo así. Son cosas que salen en el momento. 

—Es un jugador bastante rápido para su altura. ¿Es algo que trabaja durante los veranos?

—Sí, sí, sí. Mi etapa de crecimiento fue tardía. Yo hasta los 16 o 17 años medía 1.75 o 1.80 como mucho. Y ahí empecé a pegar el estirón. Creo que eso me ayudó mucho a tener diferentes posiciones. Jugué de base, luego de escolta y ahora de alero. Por eso también me puedo adaptar a defender a uno más pequeño, a uno más alto, a uno más físico. Trato de trabajar, como decías, en verano, aunque tengo poco tiempo por la selección. Cuando puedo trabajo la potencia y la agilidad. 

—Precisamente Juan Fernández es compañero de selección. ¿Qué destaca de él?

—Es un talento nato, es muy joven, tiene mucho futuro. En las últimas ventanas y en el preolímpico lo ha hecho de una manera excelente. Es un futuro para el baloncesto argentino. Dependerá de él, de su trabajo día a día, temporada tras temporada. Es un chico que, si tiene la mente fresca, tiene mucho talento para dar. 

—¿Cómo analiza al Breogán?

—Es un equipo que compite constantemente. Lo hemos visto en la pasada jornada o en Barcelona. Está en una situación que no le ayuda bastante, pero tiene jugadores con mucho talento, con mucho carácter a la hora de los momentos difíciles. Son un equipo físico, alterna diferentes defensas. Dependerá de nosotros, de lo enfocados que entremos porque su afición animo mucho y se nota. 

—Ha jugado en Lugo en varias ocasiones. ¿Cómo valora el ambiente? 

—A la gente el encanta el baloncesto, está constantemente los cuarenta minutos. Disfruta del ambiente, saben pasarlo bien. Son aficionados que da gusto tenerlos como local. 

—Jaka Lakovic fue ayudante de Veljko Mrsic en Bilbao. ¿Cree que eso puede influir en el análisis del Gran Canaria al Breogán y viceversa?

—Eso se verá en los momentos puntuales del juego. Hoy en día con el scouting se saben muchas cosas. Capaz de que en algún momento concreto, en una jugada concreta se puedan conocer un poquito más. Es una ventaja que podemos tener. Si se da hay que aprovecharla.

—¿Cómo recuerda su etapa en la NBA? 58 partidos, 54 de ellos con Dallas. 

—Sí, mi paso por Dallas fue excelente. Fue mi primera experiencia internacional, fuera de mi país. Fui de Argentina a la NBA. Para mí fue un sueño con 23 años. En Dallas me ayudaron mucho, aprendí muchísimo en el día a día, en cómo se entrena un jugador de la NBA y eso después lo pude proyectar para mi futuro. Estoy muy contento de mi paso por la NBA.

—¿Cuáles fueron los compañeros que más le impresionaron?

—(Dirk) Nowitzki, J.J. Barea o Deron Williams. Estar con ellos en el día es un constante aprendizaje y lo disfruté mucho. Fue una experiencia muy linda de vivir. 

—¿Cómo recuerda la Eurocup ganada en 2023? A un partido, sin red en cada eliminatoria. 

—Fue algo único. El primer título internacional para la isla. Fue una final muy intensa, llenamos el pabellón con doce mil personas. El equipo estaba muy bien el año pasado tanto en defensa como en ataque. 

—¿No cree que si un equipo se clasifica para la Euroliga y no la puede jugar es un fracaso del baloncesto en general más allá de la decisión de Gran Canaria? 

—Hoy en día hay una diferencia muy grande en el nivel económico de los clubes medianos y pequeños con respecto a los grandes. Eso pasa en todos los lados, como en el fútbol o en baloncesto. Es una pena no haberla jugado, pero también se entienden los motivos. Fueron motivos sensatos, ni uno puede estar en contra de eso. Eso ya es un tema de dirigentes, de política para que no vuelva a suceder. Hay un estrecho bastante grande en lo económico de equipos grandes con los medianos y pequeños. 

—¿Cómo le inspiró “La generación dorada” de la selección argentina? Usted jugó los Juegos Olímpicos en 2016.

—Muchísimo. Por suerte pude compartir con ellos los últimos Juegos Olímpicos en Brasil. Ahí estuvieron (Carlos) Delfino, (Manu) Ginóbili, (Luis) Scola y (Andrés) Nocioni. Son una parte solamente, no todos. Estar ahí un mes con ellos, viendo cómo se entrenan, sus últimos años de baloncesto, los consejos que te daban, lo que significaba para ellos la selección. Nos ayudó mucho, nos dieron su bendición para que la nueva generación afrontemos el nuevo camino que venía. Ellos transmitieron el legado que ellos querían y nosotros aprovechar eso, y creo que lo hicimos. 

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