Whitehead y Hernán Díaz: las dos caras del sueño americano

FUGAS

A la izquierda, Colson Whitehead y a la derecha, Hernán Díaz
A la izquierda, Colson Whitehead y a la derecha, Hernán Díaz Borja Sánchez Trillo, Marta Pérez | Efe

Dos autores de Pulitzer que plasman en «El ritmo de Harlem» y «Fortuna» dos miradas muy diferentes sobre Estados Unidos

04 ago 2023 . Actualizado a las 12:37 h.

Obama incluyó Fortuna, la segunda obra del argentino Hernán Díaz, en su lista de mejores libros de año. No se equivocaba: le dieron el Pulitzer. El expresidente de Estados Unidos daba así un importante espaldarazo a esta novela genial que cuenta, en una estructura de cuatro partes, cómo se crea la riqueza. No puede haber tema más norteamericano. Una historia organizada con varias voces que nos engancha desde el primer momento.

El libro se abre con un maravilloso ejercicio de estilo en el que Hernán Díaz se recrea a placer, el suyo y el nuestro. Es la historia del hombre más rico del mundo y de la compleja relación con su mujer en el Nueva York de los años 30. Una novela corta de hechuras decimonónicas que recuerda a la Edith Wharton de La edad de la inocencia. Sorprende. La segunda parte son las memorias inconclusas de un magnate, que es en realidad la persona que protagoniza, bajo seudónimo, la primera novela. Un acertijo metaliterario cautivador que usa una voz masculina prepotente y autoritaria que nos incomoda. En la tercera entrega la historia salta hasta los años 80. Ahora es la secretaria del magnate, Ida, que le ayudó a escribir sus memorias, la que nos cuenta su versión de los hechos. Una joven emprendedora y decidida, hija de un emigrante anarquista, que nos lleva a una trama casi detectivesca. Nos quedamos prendados.

La novela se cierra con la refinada y emotiva voz de la esposa, que nos habla a través de las páginas de su diario personal. Un documento que la secretaria encuentra por azar y que desvela el importante papel que esta mujer extremadamente inteligente desempeñó en la vida del magnate. Con estas cuatro piezas Hernán Díaz nos propone un juego en el que, como lectores, debemos tomar parte activa. Es nuestra deliciosa tarea recomponer el mosaico. Fortuna es una historia de finanzas, pero también de amor, de incapacidad de amar, de dependencia, de misoginia. Es una pequeña joya llena de claves ocultas que, irónicamente, fue creada gracias a las becas que las grandes fortunas de Nueva York concedieron a este argentino que ama escribir en inglés. Todo en ella es peculiar.

El Nueva York negro

Sin salir de Nueva York, el dos veces premio Pulitzer Colson Whitehead nos introduce con agilidad en un universo muy diferente con El ritmo de Harlem. Es la cara negra de la ciudad. Unas calles en las que el dinero también fluye, pero por otros cauces. Una historia cargada de ironía con grandes y pequeños criminales y el trasfondo del surgimiento de la lucha por los derechos civiles. Hay tres años clave: el 59, el 61 y el 64. En la primera parte nos topamos con el crimen callejero de Harlem. Pequeños pandilleros y peristas como el protagonista, Ray Carney, que combina la vida decente de un padre de familia y vendedor de muebles, con la compra de objetos robados en la trastienda. En la segunda parte aparecen otro tipo de criminales: son los banqueros, agentes de seguros y otros afroamericanos adinerados que componen la clase alta de Harlem. Estos también tienen negocios oscuros en la trastienda, aunque no tan inocentes. Y luego, en la tercera sección, Whitehead deja el barrio y nos revela la estructura de poder de la ciudad. Visitamos Park Avenue y Wall Street. Allí están los tipos que miran la ciudad desde el piso 35 de los rascacielos. Operan a gran escala.

Humor e inteligencia se combinan en esta novela negra de altos vuelos que recrea el paisaje criminal y sus peculiares y retorcidos, a veces divertidos, personajes, sin olvidar la discriminación. Ray Carney es un protagonista dulce y carismático, un hombre que aspira al ascenso social y a la tranquilidad, y acaba envuelto en una venganza por no ser aceptado en un club de hombres negros ricos («un club para negros no muy negros»). Por el camino se topará también con los traficantes de droga que dan sus primeros pasos en el barrio dejando un reguero de miseria. La novela pone el broche con los disturbios raciales originados por la muerte de un joven a consecuencia de la brutalidad policial. Unos hechos reales ocurridos en 1964 y que desembocaron en once días de protestas.

Historia y ficción que se combinan en una obra magnífica con la que Whitehead inicia una ya deseada trilogía. La segunda parte ya ha salido en inglés. Esperamos impacientes.