¿Libro o serie?: El Ripley más inquietante brilla en blanco y negro

Elena Méndez Pérez
Elena Méndez REDACCIÓN / LA VOZ

FUGAS

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Netflix nos ofrece en una magnífica serie de ocho capítulos una versión oscura del primer libro que Patricia Highsmith dedicó a este personaje

22 abr 2024 . Actualizado a las 09:19 h.

¿No conoces a Ripley? ¿Eres fan y devoto del personaje? ¿Te enamoraste de la versión que Matt Damon ofreció hace 25 años? Nada importa. El amoral personaje vuelve a nuestras vidas en una versión incluso más inquietante a la que te engancharás sin remedio. Netflix ofrece ocho capítulos en riguroso blanco y negro que recrean esta primera novela de Tom Ripley (El talento de Mr. Ripley) con toda su crudeza. El espíritu retorcido de su creadora, Patricia Highsmith, rezuma en cada fotograma para retar a nuestro sentido del bien y del mal. Pero también hay algunos cambios. Y no son malos...

El argumento se ciñe al clásico: el estadounidense Tom Ripley (interpretado por el algo siniestro Andrew Scott) viaja a Italia para convencer al privilegiado Dickie (Johnny Flynn) de que abandone la vida de pintor bohemio y regrese a casa. Lo hace por encargo del padre del artista, que es el que paga las facturas. Hasta aquí todo en orden, pero no tanto, porque la primera sorpresa llega con la edad de los protagonistas. Si en libro son unos veinteañeros viviendo el romanticismo de la vida de artista, con un halo bisexual, en la serie ya cumplen casi los cuarenta y han dejado muy atrás el escarceo juvenil. Ripley es, en esta versión más maduro y también más psicópata, más peligroso, menos ambiguo.

No hay aquí, como sí la hubo en la película protagonizada por Matt Damon, Jude Law y Gwyneth Paltrow (1995) que todos tenemos todavía en la retina, esa Italia dorada por el sol e impresionista que casi se convierte en un anuncio de una agencia de viajes. La puesta en escena de la serie dirigida por Steven Zaillian? (que ya llevó adelante la magnífica The Night Of) es más dramática, casi teatral: juega con la luz y la sombra, y se demora hasta la saciedad en los detalles. En un claro homenaje al cine clásico se recrea en esos planos de escaleras interminables o en la oscuridad de las pinturas de Caravaggio que tanto impresionan a nuestro malvado protagonista y que a nosotros nos hipnotizan.

El comisario Roverini, que en la serie se acorta a Ravini (Maurizio Lombardi), Marge Sherwood (Dakota Fanning) y el dramaturgo Freddie Miles (Eliot Sumner) completan la nómina de los personajes principales. También ellos han sufrido ligeros cambios. Marge, que ahora es la novia de Dickie (el libro insinúa una relación no tan estable), abandona por completo la ingenuidad americana para convertirse ya desde el inicio en un personaje que desconfía de Tom. Desde el principio ve que es un aprovechado y que busca algo. Es más lista. Pero es Freddie Miles el que sufre la mayor transformación. Si en el libro es gordo, pelirrojo y bonachón, aquí es enjuto, malhumorado y suspicaz. Entre él y Tom hay una heladora corriente de fuerte hostilidad.

La aparición de Reeves Minot (encarnado en un cameo de lujo por el icónico John Malkovich, que ya interpretó al personaje de Ripley en la película El amigo americano en el año 2002) es toda una sorpresa. Patricia Highsmith no introduce a este personaje en las aventuras de Ripley hasta libros posteriores. Su papel en la serie es pues una pura invención, un guiño que los fans disfrutan con complicidad.

Las localizaciones de los exteriores son pura maravilla. Incluso en blanco y negro, el lujo y la belleza de la Italia de los 60 nos invade. Y aunque la localidad de Mongibello que Patricia Highsmith inventaba para ubicar su trama no existe en el mundo real, la increíble Atrani, en la costa amalfitana, le hace los honores con espectacularidad. En cuanto a la Villa Torricella donde se instala Dickie, en realidad ubicada en la isla Capri, solo su belleza ya justifica plenamente la venenosa envidia que nuestro pobre Ripley, y también nosotros, siente en sus entrañas y que hará brotar su parte más oscura.

Nápoles, Venecia, San Remo y Roma completan el itinerario de la serie que se convierte ya en el viaje soñado para las vacaciones. Y atención, porque si te da el capricho, la villa está disponible para alquilar en Airbnb.

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