El ala radical conservadora pide sacrificar a Sunak a fin de evitar una masacre en las elecciones

Juan Francisco Alonso LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Rishi Sunak sale del 10 de Downing Street.
Rishi Sunak sale del 10 de Downing Street. ANDY RAIN | EFE

La oposición laborista cree que el «premier» pasa más tiempo peleando con los diputados de su partido que gobernando

25 ene 2024 . Actualizado a las 09:20 h.

«El miedo puede llevar a los hombres a cualquier extremo». Los conservadores británicos, en particular el ala radical, corroboran como nadie las palabras del escritor irlandés George B. Shaw. Así pese a que solo restan escasos meses para las elecciones generales insisten en tratar de expulsar del poder a su actual líder, Rishi Sunak. Esto, sin importar que la jugada pueda favorecer aquello que desean impedir a toda costa: la casi segura victoria de la oposición laborista.

El exministro de Vivienda y diputado Simon Clarke encabeza la segunda revuelta contra el primer ministro británico en menos de una semana con un duro artículo en el conservador The Telegraph en el que le pide a Sunak que renuncie. De no producirse la dimisión, Clarke insta a sus colegas diputados a poner en marcha una moción de no confianza (censura) para provocar su caída. Su objetivo evitar una masacre en los próximos comicios. 

«La pura verdad es que Rishi Sunak está llevando a los conservadores a unas elecciones en las que seremos masacrados. Con Rishi Sunak al frente el Partido Conservador está al borde de un precipicio», escribió. El legislador pidió a la formación no tener miedo a escoger a su cuarto líder en dos años. «¿Qué es peor una semana de titulares que hablen sobre el caos en [el Parlamento de] Westminster o una década bajo [el laborista] Keir [Starmer]?», remató.

Clarke, quien fue ministro durante el efímero y fallido Gobierno de Liz Truss, protagonizó la semana pasada una revuelta contra Sunak y fue uno de los once tories que votó en contra del proyecto de ley que busca blindar el plan para enviar a Ruanda a los solicitantes de asilo que lleguen ilegalmente al Reino Unido. Asimismo, es el segundo exministro de Truss que pide públicamente la cabeza de Sunak. En noviembre lo hizo Andrea Jenkins, extitular de Educación. 

Munición para la oposición

La propuesta de Clarke fue rechazada incluso por algunos críticos de Sunak como la exministra del Interior Priti Patel, al considerar que solo divide al partido. Tampoco la respaldó el diputado Lee Anderson, quien la semana pasada dimitió de su puesto en el partido por desavenencias en política migratoria. Este último descartó la posibilidad de lanzarse ahora a nombrar un nuevo líder. «Si hiciéramos algo tan tonto en este momento le abriríamos las puertas [de Downing Street] a Keir Starmer», agregó el actual titular de la cartera de Interior, James Cleverly.

El Gobierno rebajó la magnitud de la crisis al decir que «se trata de solo un diputado» descontento. No obstante, la Organización Democrática Conservadora, cercana al expremier Boris Johnson, pidió este jueves un nuevo liderazgo para evitar «un desastre electoral». Todas las encuestas vaticinan una victoria laborista en las generales por más de 20 puntos de ventaja. 

La oposición, entretanto, sacó provecho al nuevo rifirrafe entre los tories. Durante la sesión de control al Gobierno, el líder laborista, Keir Starmer, acusó a Sunak de pasar más tiempo «peleando con sus diputados que gobernando».