La reapertura del puerto de Baltimore, sin fecha, pero prioritaria para Biden

Miguel Palacio NUEVA YORK / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

JIM LO SCALZO | EFE

El Gobierno señala que cuando se dirime quién es el responsable del siniestro deberá rendir cuentas

27 mar 2024 . Actualizado a las 22:16 h.

La bahía de Chesapeake amaneció este miércoles con los restos del puente Francis Scott Key asomando por encima de las olas. A su alrededor, se reanudaban las labores para recuperar los cuerpos de seis trabajadores latinoamericanos. Mientras tanto, los barcos encaminados a Baltimore se redirigían a otros puntos de la costa este de EE.UU. ante el cierre de un puerto por el que circulan entre 100 y 200 millones de dólares al día y cuya reapertura, así como la del puente derribado, está rodeado de incógnitas.

La reactivación de la búsqueda submarina tenía lugar en unas condiciones que el gobernador de Maryland, Wes Moore, calificaba de muy peligrosas. «Estamos hablando de temperaturas gélidas, de oscuridad y metal retorcido», afirmaba.

Los seis desaparecidos, a los que la Guardia Costera ya daba por fallecidos el martes, serían nacionales de El Salvador, Guatemala, Honduras y México. Su muerte habría sido, según la constructora para la que trabajaban, Brawner Builders, imposible de prever. «No sabemos qué más decir», afirmaba el vicepresidente de la empresa a Associated Press, y remataba «la seguridad es un motivo de orgullo para nosotros, y tenemos conos y señales y luces y barreras y banderolas. Pero nunca previmos que el puente fuese a colapsar».

Las labores de investigación en torno al accidente continuaron con el abordaje de la nave por un grupo de investigadores que, entre otras cosas, recuperó el registro de datos. Este dispositivo, similar a las cajas negras de los aviones, almacena todo lo que sucede en los sistemas del barco. Ahora podría servir para entender mejor las causas del desastre. Unas causas que identificará al responsable, según el secretario de Transportes de EE.UU., Pete Buttigieg, y que podría derivar en consecuencias para las empresas implicadas. «Para ser claros: si alguna parte privada es responsable de esto, entonces tendrá que rendir cuentas», dijo.

Las entradas y salidas del puerto de Baltimore, el decimoséptimo de EE.UU. en toneladas procesadas, de momento seguirán en pausa. Un cierre que tendría unas consecuencias económicas nefastas para una zona en la que, según el estado de Maryland, el puerto da trabajo a más de 15.000 personas y está vinculado de manera indirecta con otros 100.000 empleos.

Por ahora, según Buttigieg, el tráfico marítimo con destino a Baltimore está siendo redirigido a los puertos de Virginia, Nueva Jersey y Nueva York. No hay fecha de reapertura prevista para el puerto ni de comienzo de los trabajos de reconstrucción del puente. No obstante, la Administración Biden habría colocado la recuperación de la infraestructura en lo más alto de su lista de prioridades. Según Buttigieg, el presidente habría dado orden de que se «derribasen todas las barreras burocráticas y financieras» que dificulten su reconstrucción. Pero también dejó claro que no será «ni rápido, ni fácil, ni barato».

Los audios de la policía: «Se acerca un barco que acaba de perder el rumbo» 

La policía de Baltimore publicó ayer los audios de los agentes que vieron cómo el barco mercante Dali se aproximaba al puente Francis Scott Key pocos minutos antes de chocar. «Necesito a uno de ustedes en el lado sur, uno de ustedes en el lado norte. Detengan todo el tráfico en el puente (...) Se acerca un barco que acaba de perder el rumbo», afirma un oficial de policía al comienzo del audio, 90 segundos antes de anunciar la caída total del puente.

Dos agentes responden que lo están haciendo mientras otro pregunta: «¿Hay algún equipo trabajando en el puente en este momento?».

En el audio, editado y que dura un minuto y medio, otra persona responde que hay un equipo trabajando y el agente al mando le pide que busque al encargado para «sacarlos temporalmente del puente». Los agentes aseguran que han cerrado el puente al tráfico, tan solo 60 segundos después de la primera comunicación.

Unos 30 segundos después se escucha cómo uno de los policías afirma: «¡Se acaba de caer todo el puente!». «¿Sabemos si todo el tráfico está detenido?», pregunta el mando superior y el policía responde con la voz nerviosa: «No puedo pasar al otro lado, señor, el puente está caído».

Ocho empleados de la constructora Brawner Builders, que se encontraban tapando baches del puente, cayeron al río Patapsco, del que solo dos pudieron ser rescatados. Antes de la colisión, la tripulación del Dali lanzó un aviso de emergencia, lo que permitió a las autoridades cortar la circulación de vehículos en el puente y evitar una tragedia mayor.