First Dates versión Lugo: el restaurante Yaldara de As Gándaras apuesta por las citas

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

LUGO

Aldara Tomé con uno de los postres más famosos del restaurante Yaldara de As Gándaras
Aldara Tomé con uno de los postres más famosos del restaurante Yaldara de As Gándaras OSCAR CELA

Organizará encuentros destinados a parejas que además disfrutarán de un menú especial un fin de semana

13 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En Febrero, Aldara Tomé decidió coger, junto con su Hermano Yago, las riendas del Yaldara —bautizado por su padre con una combinación de los dos nombres, un conocido restaurante-cafetería del polígono de As Gándaras, en Lugo. Con 22 años y tras formarse en Marbella e incluso trabajar en Dubái, la lucense decidió volver a sus raíces para ser la segunda generación que se pone al frente de este negocio, que abrieron sus padres en el año 2016. 

En solo dos meses, Aldara ha decidido poner en marcha una serie de estrategias para revitalizar el negocio y, sobre todo, empezar el proyecto con ilusión. «Quiero darle vida al restaurante con un evento de First Dates, por eso también colaboramos con proveedores locales que quieren formar parte», explica. 

Las citas a ciegas funcionarán de la siguiente manera, tal y como precisa la gerente del Yaldara: «Lo estamos publicitando a través de las redes sociales. Los que quieran apuntarse tienen que rellenar un formulario de compatibilidad y hablarnos de sus gustos. Entonces, yo hago de celestina». Eso sí, dice muy claro que el evento no conlleva ningún tipo de compromiso y que no pretenden forzar nada. «Al final queremos que la gente se sienta bien y que pase un buen rato. Por eso después de la cena haremos juegos que permitan a las parejas conocerse mejor y si surge el amor, pues es un añadido», asegura.

Un menú especial para First Dates

Por el momento están recibiendo formularios y todavía no han concretado la fecha del primer encuentro de First Dates, pero los gerentes anticipan que llegará pasada la primavera. Además, el menú que podrán degustar será un tanto especial: «Estamos enfocados en comida tradicional, pero queríamos cambiar. Por eso haremos tartar de langostino, croqueta de jamón deconstruida, noodles de cacahuete con solomillo de cerdo macerado en soja, lingotes de carrillera con reducción de martini rosa y nuestro postre insignia, que es una especie de brazo gitano con una confitura de fresa y pimienta jamaicana y peta zetas».

Uno de los postres más famosos del restaurante Yaldara de As Gándaras
Uno de los postres más famosos del restaurante Yaldara de As Gándaras OSCAR CELA

Esta joven se crio a pie de barra y dice que siempre se sintió muy vinculada al mundo de la hostelería. Por eso decidió estudiar Dirección Hotelera en Marbella: «Pensaba dedicarme al 100 % al mundo de los hoteles. Hice prácticas, trabajé en España y en los Emiratos Árabes y al final... Decidí volver a casa, y estoy contenta», asegura. Aunque su día a día es un ajetreo porque tiene muchos frentes abiertos, lo cierto es que se ha tomado muy en serio la continuidad de este negocio familiar, y por eso es también la encargada de llevar las redes sociales del restaurante, gestionar al personal...

Sobre la falta de trabajadores que sufren sectores como la hostelería, Aldara puede presumir de tener a su equipo, que abarca a entre ocho y diez personas, completo: «En el pasado no se trató bien a la gente y los que nos incorporamos y estamos intentando hacer las cosas bien sufrimos las consecuencias. La gente piensa que la hostelería no está valorada y que ofrece malas condiciones, pero también hay una tendencia a los puestos de oficina. Sin embargo esto es muy bonito, simplemente servirle un café a alguien que tiene un mal día hasta acabar sacándole una sonrisa», asegura esta lucense.

El perfil de clientela

Por el Yaldara pasan cientos de personas cada día. Muchas trabajan en los polígonos industriales de As Gándaras y O Ceao. «Nos estamos enfocando al público que tenemos a nuestro alrededor. Es gente de oficina, por eso optamos por darles alimentos frescos, que les sienten bien para después de comer sentarse a trabajar. Lo que intentamos es adaptarnos, aunque cierto es que si nos comparamos con otros locales del centro lo tenemos mucho más complicado porque tenemos que hacer que la gente venga hasta aquí y que luego vuelva a coger el coche para marcharse. Eso nos limita», admite Aldara.

Sin embargo, la joven mira hacia el futuro y espera que As Gándaras siga creciendo, algo que parece será una realidad al tener en cuenta que acaban de adjudicarse las obras de urbanización de nuevas fases en el parque empresarial. «Recuerdo que antes, por aquí no pasaba nadie, pero ahora el movimiento es continuo. Coches, gente paseando...». Así, con ilusión, estos dos hermanos planean ya un horizonte repleto de eventos y nuevas temáticas para el Yaldara, construyendo su futuro pero también el de los clientes que amanecen a diario al norte de la ciudad de Lugo.