Los finales de partido

Pablo Abuín LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

20 abr 2024 . Actualizado a las 22:53 h.

El baloncesto es un juego emocionante, donde el marcador puede cambiar en cualquier momento. Eso es lo bonito y a veces dramático de este deporte. En los últimos dos partidos, los aficionados breoganistas sufrimos la cara amarga de la remontada en contra. Creo que queda mucho por luchar y que se debe pensar ya en la siguiente batalla.

Visitaba el Pazo dos Deportes Ethan Happ, quien en los primeros minutos parecía querer dominar el partido con sus contraataques, sus rebotes ofensivos y sus continuaciones al aro que tanto nos dieron el año pasado. El Breo, tras unos momentos iniciales de muchas dudas, pronto se dio cuenta de que el juego de los canarios se centraba en Happ y Brussino.

La salida al campo de Polite y de Sergi Quintela cortocircuitó el ataque visitante en ese segundo cuarto. Además, el alero suizo, que está jugando muy bien en la posición de cuatro, tuvo mucho acierto en el tiro exterior y generó mucho en el uno contra uno, poniendo a su equipo por delante antes del intermedio.

La salida del tercer cuarto con todos los teóricos buenos defensores en el banquillo desestabilizó, en mi opinión, defensivamente al equipo, faceta en la que se estaba sustentando el parcial anterior. Despertó Nico Brussino y los de Lakovic pudieron generar a partir del argentino con mayor facilidad. Como era de esperar, volvieron los autores del parcial a favor del segundo cuarto y nuevamente el equipo, desde la defensa, volvió a ir hacia arriba. Se podía correr, se hacía daño en el rebote ofensivo y aunque costaba anotar, la ventaja aumentaba.

Con diez puntos arriba a falta de cinco minutos la victoria parecía posible para el Breo, pero tras un tiempo muerto de Lakovic, el aro se hizo pequeño en los ataques lucenses y los visitantes lograron un parcial a favor que les metía de nuevo en partido. En los últimos ataques, donde había posibilidad de hacer cambios de balonmano, eché de menos mover un poco el banquillo para buscar que McLemore o Robinson pudieran generar algo más.

En la prórroga los nervios, junto con las decisiones arbitrales, superaron a la táctica y a la lectura de juego y se impuso la mayor calidad Canaria ante el desacierto y falta de ideas ofensivas del Breo. Toca ya pensar en Granada, ciudad que nos trae buenos recuerdos y donde podemos, por qué no, dar un paso hacia la permanencia.