Las alquitaras de Portomarín celebraron durante dos días los 52 años de su Festa da Augardente

La Voz MONFORTE / LA VOZ

PORTOMARÍN

La fiesta duró este año dos días y contó por primera vez con presencia de destilerías de fuera del municipio

31 mar 2024 . Actualizado a las 19:44 h.

Portomarín celebró este fin de semana una nueva edición de su Festa da Augardente, que tiene ya 52 años de existencia. El certamen duró esta vez dos días, aunque las alquitaras solo estuvieron encendidas el domingo. La otra novedad fue la participación de destilerías de fuera de Portomarín. No faltaron a la fiesta los integrantes de la Orde Serenísima da Alquitara de Portomarín, la cofradía creada en su momento por el Ayuntamiento y el resto de los organizadores de la feria para difundir las bondades del aguardiente local.

La Festa da Augardente de Portomarín es uno de los certámenes gastronómicos más veteranos de la provincia de Lugo y de toda Galicia. Tras su primera edición, la que se llevó a cabo el Domingo de Pascua de 1971, el sector del aguardiente ha cambiado mucho, pero este municipio sigue celebrándolo como una de sus señas de identidad.

Y sigue haciéndolo en la plaza más importante de la localidad, con una carpa con puestos de venta de aguardiente instalada junto a la iglesia de San Nicolás, el monumento con aspecto de fortaleza que fue trasladado piedra a piedra hace cerca de setenta años, cuando el llenado del entonces nuevo embalse de Belesar era inminente y para evitar que quedase sumergida por el agua.

La fiesta empezó este año el sábado por la mañana, una jornada con animación musical en el recinto de la feria y en la que también se celebró un concurso de cócteles con aguardiente.

El domingo se celebró a las doce del mediodía la procesión del Santo Encontro y a la una menos cuarto empezó una jornada técnica a cargo de la Federación Española de Bebidas Espirituosas.

A la misma hora, tenía lugar la la recepción de los dieciséis nuevos Cabaleiros y Damas de la Orde Serenísima da Alquitara y a continuación llegó el pregón. El pregonero elegido esta vez fue Mario Mato, propietario de la casa de turismo rural Santa Mariña y un vecino al que el alcalde de Portomarín, Pablo Rivas, define como «un adegueiro dos de sempre». La fiesta despidió esta edición número 52 en torno a las ocho de la tarde.