Los cuatro puentes históricos de Sarria, un patrimonio descuidado y conservado con parches

Uxía Carrera Fernández
UXÍA CARRERA SARRIA / LA VOZ

SARRIA

Laura Leiras

El último pleno se comprometió a rehabilitar A Ponte Vella, que presenta un mal estado, igual que Ponte da Áspera, mientras Ponte Ribeira convive con una pasarela metálica y Ponte do Mazadoiro resiste

15 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Los dos ríos que atraviesan Sarria llenan la villa de puentes. Algunos son parte de la historia de la localidad desde la época medieval, aunque no están conservados como el patrimonio que son. Hay cuatro puentes de piedra en el río Sarria y el río Celeiro por los que crece la maleza, se acumulan elementos rotos o se mantienen con arreglos metálicos provisionales. Tres de ellos son propiedad del Concello (Ponte Ribeira, Ponte Vella do Mazadoiro y Ponte da Áspera), y uno, de la Xunta (Ponte Vella). En el último pleno se manifestó la voluntad de traspasar este última propiedad al gobierno local y elabora un proyecto para su mantenimiento. Otros dos puentes también están pendientes de actuaciones.

Ponte Vella

Ponte Vella
Ponte Vella Laura Leiras

El único de los cuatro puentes históricos de Sarria que todavía no está en manos del Concello es la Ponte Vella. La diferente propiedad del elemento patrimonial tampoco la libró de esmorecer con el paso del tiempo. Según se trasladó en el último pleno desde el PP, la Xunta se comprometió a realizar un proyecto de mantenimiento de la estructura así como a iniciar los trámites para ceder la propiedad al Concello.

La situación de este puente no solo preocupa por el deterioro del patrimonio, sino porque ya se produjeron accidentes. Este mismo año, un vecino de 66 años tuvo que ser rescatado tras caer unos tres metros al río, a una zona de barro, porque cedió la barandilla, que mayormente está oxidada y doblada.

Esta transitada pasarela tiene origen medieval, aunque se reconstruyó en el siglo XVIII. Incluso cerca suya aparecieron restos de un pueblo romano. Era el paso empleado para ir desde Sarria a Baralla, Ribadeo o Becerreá, y por esta última localidad cogió el nombre la carretera. Fue sufriendo obras durante unos 60 años para adaptar el trazado medieval a una vía mejor dotada. Al lado del puente llegó a haber una taberna que fue propiedad común de los vecinos de Vilar de Sarria y todavía se conserva un peto de ánimas. Por su antigüedad, está protegido como bien cultural y en 1998 se cerró al tráfico rodado. Pese a su protección jurídica, el puente no guardó un buen estado de conservación, ya que perdió los bordes, en los arcos se instalaron elementos de hierro, se perdieron piedras y la maleza inunda parte de la estructura.

PONTE DA ÁSPERA

Ponte da Áspera
Ponte da Áspera Laura Leiras

Por el río Celeiro, este puente también de origen medieval es un emblema del Camino de Santiago a su paso por el Concello de Sarria. El histórico paso de piedra que espera a los peregrinos a la salida de Sarria está cubierto de una capa de maleza y su calzada resiste con piedras elevadas o rotas. El puente peatonal conserva tres arcos de medio punto sobre los que se reconstruyó en el siglo XVIII. 

El Concello, como propietario responsable, desbroza con una frecuencia más dilatada de lo requerido para un puente histórico. Más allá de la maleza constante, la estructura de piedra está deteriorada, se perdieron algunas piezas y el pavimento está levantado en algunas zonas. Por eso, el gobierno local se había adherido a una subvención del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para rehabilitar el puente.

Preverían restaurar la estructura y adecuar el entorno. Sin embargo, este año la licitación para los trabajos, de 230.501 euros, quedó desierta.

PONTE RIBEIRA

Ponte Riberia, con parte antigua y una plataforma metálica
Ponte Riberia, con parte antigua y una plataforma metálica Laura Leiras

En el puente más mediático y transitado de Sarria conviven los arcos de origen medieval con una estructura metálica sin acabados provisional. Ponte Ribeira es la entrada a Sarria por el Camino de Santiago. Originalmente tenía cinco arcos e incluso había que pagar derechos para pasar por ella. En su entorno estaba Fonte Ribeira, el matadero municipal y el lavadero públicos. Además, era paso obligatorio para acceder al Muíño da Ponte Ribeira

La histórica estructura no solo vivió polémicas en los últimos años, sino que ya fue objeto de peleas en el siglo XIX. En 1873, se hundió su arco principal y la Diputación se regó a rehacerlo. Hasta 1928 funcionó con vigas de madera y no fue hasta los primeros años de la década de 1980 cuando se sustituyeron por una obra de hormigón. El puente del río Sarria fue protagonista de uno de los acontecimientos históricos de la villa, cuando se derrumbó la plataforma principal por un plan de encauzamiento que llevó a los sarrianos a protestar encadenados a los árboles.

La parte de piedra asentada sobre el terreno se conserva, aunque no limpio en su totalidad. Ahora convive con la pasarela metálica provisional construida para dar una solución inmediata al paso cortado de esa vía. La Confederación Hidrográfica do Miño-Sil aprobó un convenio para destinar 850.000 euros a la rehabilitación y puesta en valor del puente antiguo, que todavía no se llevó a cabo.

PONTE VELLA DO MAZADOIRO

Ponte do Mazadoiro
Ponte do Mazadoiro U.C.

De los cuatro puentes históricos, la Ponte Vella do Mazadoiro es el que mejor estado presenta,en parte porque es el menos transitado, sobre todo ahora con las obras en la estación. Aun así, el abandono también se deja notar con elementos rotos y basura.

Se ubica sobre el río Celeiro, en el camino hacia Lugo, también es de origen medieval pero reconstruido en el siglo XVIII. Es propiedad del Concello de Sarria desde 1840. Históricamente fue el acceso de la villa a la estación de tren y conectada al barrio de O Mazadoiro. Popularmente se le llamó Ponte de don Fermín, ya que a su lado se ubicaba la casa de Fermín Somoza, construida después 1880, que la había heredado de su padre, un industrial de Furela. 

Con la construcción del nuevo puente de O Mazadoiro, la histórica pasarela fue perdiendo uso, especialmente en los últimos meses con las obras de instalación de un paso elevado en la estación de tren. La piedra está bien conservada y mayormente limpia, aunque en uno de los arcos hay cableado y lámparas rotas y hay basura por el entorno.