On+ Soluciones Energéticas, que tiene otra sede en Madrid, garantiza a sus clientes ahorros de entre el 10 y el 100 % en su consumo eléctrico, según la instalación
08 abr 2024 . Actualizado a las 13:16 h.La figura del asesor energético, los autoconsumos colectivos y los llamados CAE (Certificados de Ahorro Energético) son claves de futuro para On+ Soluciones Energéticas, una pyme gallega con sedes en Viveiro y Madrid que se enfrenta a diario con lo que su gerente, el ingeniero viveirense Diego de Bartolomé, califica de «mercado canibalizado». «En este momento se está engañando a mucha gente. Hay empresas que a lo mejor te dicen que necesitas 12 paneles solares cuando solo te hacen falta 4. Son firmas que no ofrecen un asesoramiento, van solo a facturar», relata un emprendedor que apostó por la energía solar fundando su propio negocio hace ya 18 años, cuando la tecnología, por la que particulares y profesionales se están interesando en este momento para abaratar la factura eléctrica, estaba en pañales. «Un panel medianamente bueno cuesta ahora unos 80 euros. Hace 18 años valía 100 veces más», indica un profesional que también alerta sobre las «trampas» de multinacionales del sector. «Ahora hay grandes empresas que regalan paneles solares, pero es una mentira, otro engaño más, porque su negocio no es el panel sino la otra parte de la factura. Lo que quieren es que seas cliente porque si no eres capaz de ser al cien por cien independiente de la red siempre vas a estar pillado por ellas», apunta.
De ahí que, además de promover instalaciones fotovoltaicas que garantizan ahorros de entre un 50 y un 100 % en el recibo de la luz en función de sus características, On+ Soluciones Energéticas tienda cada vez más hacia el asesoramiento para ayudar a optimizar a los clientes su gasto. «La situación te lleva al campo de la asesoría energética. A nivel particular, la mayoría de la gente ya no entiende las facturas. Pero a nivel empresarial hay unos consumos enormes. Negocios que gastan una cantidad ingente de dinero al mes en electricidad y que tampoco lo tienen controlado», expone. Y pone un ejemplo: «Cuando hago los estudios para proponer instalaciones fotovoltaicas me encuentro con que, solo gestionando lo que ya existe, la empresa puede gastar mucho menos. Siempre le digo a mis clientes que lo primero que hay que mirar son los números porque, en función de la tarifa, cambian muchísimo. Egoístamente podría decir: ‘¡Cuantos más paneles instalen y más me paguen a mí, mejor porque lo que va a invertir en mi instalación lo va a amortizar muy rápido!'. Pero no lo hago, y estoy consiguiendo ahorros a empresas de entre el 10 y el 20 % antes incluso de instalarles los paneles», abunda.
Diego de Bartolomé alienta a las empresas a acometer una «gestión de compra adecuada» de energía, ya que no tiene nada que ver pagar el kilovatio/hora a 16 céntimos con pagarlo a 12. «Hay empresas que quizás estén apretando al negocio de ferretería por 400 euros al año en el suministro de tornillos cuando están perdiendo 4.000 por no tener la tarifa ajustada», precisa, y anima a los departamentos financieros y de compras a asesorarse. «Porque muchas veces —cuenta— les llegan las facturas, contabilizan, dicen: ‘¡Vaya robo!', pero pagan y al mes siguiente les pasa de nuevo». A ese respecto cuenta el caso de alguna compañía a la que le ha garantizado el ahorro de un millón de euros anuales en ese concepto. «Pero la gente está tan cansada que no te atiende siquiera. Y las multinacionales juegan con que hay esa desidia, porque cambiar de tarifa o de compañía es muy engorroso y al final mucha gente pasa y no lo hace», dice. En este sentido, este ingeniero pone un ejemplo sobre el modelo de facturación según el ahorro que genere al cliente. «Trabajo un año, proporciono información, y si demuestro un ahorro, por ejemplo, de 20.000 euros, yo hago una factura por 10.000», indica. De Bartolomé recuerda además que están habilitadas subvenciones en Galicia para empresas, sector público y entidades sin ánimo de lucro. De Viveiro a Madrid y Valencia
On+ Soluciones Energéticas tiene en plantilla a un gerente y a un ingeniero, que se ocupan de la redacción de los proyectos y de la parte administrativa. La mano de obra se subcontrata con empresas especializadas. Trabajan en Madrid y A Mariña, y abren mercado en Valencia.