Cada uno en su papel

David Cabero DIRECTOR PARA EUROPA DEL GRUPO BIC

MERCADOS

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21 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Estrategia es una palabra de origen griego (stratigia), vinculada a la guerra y en la época clásica equivalía al arte de dirigir ejércitos, aunque ahora la aplicamos en el mundo empresarial.

En las empresas se toman tres niveles de decisiones distintas: las estratégicas, las tácticas y las operacionales. Las primeras deberían ser el foco de la actividad de la alta dirección porque marcan una forma de competir, que creará valor en un mercado. La estrategia busca generar ventajas competitivas difíciles de copiar y que la empresa debe defender, y para poder marcarla es necesario analizar la evolución pasada y predecir tendencias futuras. Un segundo paso sería la creación de planes de negocio alineados con las decisiones estratégicas, que corresponde a los mandos intermedios porque son quienes llevan el negocio y conocen el mercado. Son tácticas que persiguen estrategia, determinando qué clientes priorizar, cómo ajustar los precios, qué objetivos fijar, cómo establecer el nivel de presión promocional, etcétera. Y, por último, se encuentran las decisiones operativas, que buscan llevar a la práctica esos planes.

Las habilidades para cada decisión son diferentes. Sin embargo, la realidad es que en muchas compañías, el consejero delegado y su comité ejecutivo se involucran en el nivel táctico y operativo, lo que genera un coste de oportunidad que se acabará reflejando en peores resultados. Pasar demasiado tiempo en estos niveles inferiores, haciendo el trabajo de los equipos, deja poca libertad para que el resto de la organización tome sus decisiones. Ese tiempo se restará del que necesitan los consejos para anticiparse y poder posicionar a la compañía de cara al futuro.

Dotar a la empresa de talento es un rol de la alta dirección, y también dar libertad al resto de la organización. En momentos de incertidumbre, se necesitan capitanes de barco que no dejen el puente de mando para realizar labores que no les corresponden; devolviendo la estrategia al sitio que merece.