BMW R-71: profeta en tierra ajena

Por Óscar Ayerra

MOTOR ON

Ayerra

Pocas motocicletas han tenido una vida tan larga ni una producción tan singular como la BMW R-71 nacida en 1938. Países como Rusia o China vieron en esta bicilindrica de 750 cc un aliado perfecto no solo en las contiendas bélicas sino como todoterreno incansable. Más de una docena de denominaciones diferentes de este singular diseño nacido en la casa bávara confirmaron que uno, a veces, no es profeta en su tierra

18 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La BMW R 71 fue presentada en el salón de Berlín de 1938. Supuso la primera motocicleta de la marca en contar con suspensión trasera, con lo que la convertía en la más cómoda de los 19 modelos precedentes desde que en 1923 BMW iniciara la construcción de motocicletas. La R71, con 750 cc, se convertía en el tope de una nueva gama de modelos que tambíen verían la luz ese mismo año. Junto con la R71, otros cinco modelos aparecían en el catálogo BMW, cuya calidad tecnología definiría el camino a seguir de la marca. Mención aparte cabe destacar el sidecar todocamino R-75 de uso estrictamente militar que aunque su desarrollo se iniciaba en ese mismo año, no vería la luz hasta ya iniciada la guerra, en diciembre de 1940. Un excepcional sidecar que surgió tras un contrato específico firmado en 1937 con el alto mando alemán.

TECNOLOGÍA ORIGINAL

Volviendo a nuestra protagonista, a pesar de un diseño aparentemente simple, la R71 escondía una construcción compleja de alta tecnología. Gracias a la labor de los ingenieros y la utilización de un estándar de calidad muy alto, pasó a convertirse en el primer modelo de una nueva generación con la que BMW asombraría al mundo.

Gracias a un motor flexible y potente, un chasis equilibrado de soluciones novedosas y una suspensión muy cómoda se convirtió en la perfecta máquina para viajes de larga duración.

Suponía la gama superior que la fábrica bávara ofrecía en su catálogo y también la de mayor precio debido a su alto coste de construcción. La dirección era muy estable casi a cualquier velocidad lo que le añadía un plus de seguridad. Con una velocidad máxima de 125 km/h, 95 si acoplaba el sidecar, permitía viajar muy rápido. Además BMW ofrecía a sus compradores un servicio exclusivo e innovador de atención en carretera. Un punto de asistencia móvil que llegaba a cualquier punto de Alemania. En apenas unas horas, varios mecánicos en sus furgonetas-taller proporcionaban asistencia a los clientes con problemas. Una atención impensable para otros fabricantes.

Con estas premisas se podría pensar que el éxito estaba asegurado. Sin embargo, la guerra truncó su evolución. Se pensó en una salida como variante militar motorizada pero su alto coste de fabricación resultaba incompatible con la filosofía práctica de la Wehrmacht alemana, por lo que la idea se desechó en favor de la R-12 nacida en 1935, menos compleja y de la robusta R-75, desarrollada específicamente para contiendas bélicas.

Cuando se detuvo su producción en 1941, tan solo se habían fabricado 3.458 unidades de la R-71. Casi todas ellas fueron requisadas al comienzo de la guerra como vehículos militares demostrando su valía en las primeras campañas bélicas. El hecho de haber sido la primera BMW en incorporar la suspensión trasera o la última en equipar, en opción, la palanca de cambios manual le otorgaron un caracter especial por lo que hoy en día es una «R» muy buscada. Apenas quedan hoy algunas supervivientes originales debido a que muchas desaparecieron en la guerra.

Todas la imitaciones

La guerra fue su verdugo pero a la vez el escaparate donde mostró su fiabilidad y robustez excepcional frente al mundo.

En aquel marco bélico, Alemania había introducido una nueva estrategia militar que asombró a todos los países, su famosa “guerra relámpago”. En este esquema táctico, el vehículo ligero, como la R-71 con sidecar, era esencial para desplazar tropas y realizar asaltos de forma rápida y eficaz. Un binomio máquina-objetivo que hizo que todas las miradas se fijaran en él. Con la calidad del modelo alemán, muy superior al resto de fabricantes y la necesidad de varios países de actualizar su parque móvil militar hizo que la reproducción de este tipo de máquinas no se hiciera esperar. La R-71 representaba el ejemplo perfecto, y por tanto se convirtió en la tecnología a imitar.

Estados Unidos fue el primer país en reproducir la motocicleta alemana, seguido rápidamente por la Unión Soviética. En la década de 1950, China también adoptó este exitoso concepto militar.

EE.UU

En el caso estadounidense, la fábrica Harley Davidson asumió su construcción como respuesta a la petición del ejército norteamericano de crear una motocicleta que imitase las ventajas del modelo alemán. Nacía así la XA (eXperimental Army). A pesar de algunas variaciones mantuvo casi intacta eñ motor boxer y la transmisión por cardán. A pesar de esta tecnología, apenas se fabricaron poco más de 1.000 unidades debido al nacimiento del pequeño todoterreno Jeep cuyas cualidades dinámicas eclipsaron al resto de vehículos ligeros por lo que el proyecto XA se canceló.

URSS

En el país de los soviets, la producción de la R-71 cuya denominación oficial sería M-72 se inició en 1941.

La nueva copia rusa, sin embargo, adolecía de un estándar inferior de calidad. Su fabricación, menos sofisticada que la alemana, se tradujo en un aumento de peso de unos 33 kg. Hecho que apenas modificaba las extraordinarias cualidades como máquinas de reconocimiento y de transporte ligero de tropas. Finalizada la contienda europea, se construyó una nueva fábrica en a Kiev donde la M-72 se denominó KMZ, unas siglas que hacían referencia al lugar de fabricación. Lo mismo había pasado en las otras fábricas donde se le habían asignado nombres como IMZ, GMZ o MMZ, siglas que daban nombre a exactamente a la misma moto: la M-72. En 1949 aparecen las denominaciones Ural y Dnepr para referenciar la fábrica de origen. En los 60, este robusto sidecar ayudó a la motorización del país. Con diferentes cambios, evoluciones y mejoras, el modelo, ya muy transformado, llegaría hasta la caída del muro de Berlín. Desde entonces solo la marca Ural ha mantenido su producción hasta el día de hoy. Se cree que se han podido fabricar más de 3 millones de unidades.

CHINA

Por último, la reproducción de la R-71 en el país asiático comenzó en 1957 a raíz de un convenio de exportación con la Unión Soviética. Con la denominación “Chang Jiang 750”, nacía la copia china fabricada por el Gobierno hasta los años 90, momento en que casi desparace como marca. Con el nuevo siglo Chang Jiang siguió construyendo esta motocicleta ya vetusta cuyos propulsores obsoletos ni siquiera cumplían las laxas medidas anticontaminación chinas. Solo con una actualización profunda en 2018, la Chiang Jiang ha seguido en producción aunque con un moderno y ecológico bicilíndrico en línea de 650 cc. refrigerado por líquido. Hoy se puede adquirir en España con sidecar por poco más de 12.000 euros.

LA UNIDAD MAHI

Este ejemplar de origen ruso fue construido en 1944 y pertenece a la Fundación Jorge Jove. Se expondrá en el futuro centro de exposiciones que bajo la denominación MAHI (Museo de la Automoción y la Historia) engloba un espacio expositivo de nivel internacional único. Con más de 15.000 m2, este nuevo centro didáctico nace con la idea de ser un punto de atracción familiar, desde donde se organizarán diferentes actividades para todas las edades con el fin último de poner en valor el legado histórico automotriz.