Un país lleno de «fochancas»

MOTOR ON

ALBERTO LÓPEZ

21 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta semana ha reaparecido el director general de Tráfico, Pere Navarro, en un foro de la Fundación Mapfre y la Asociación Española de la Carretera, que presentó un informe sobre «Cómo salvar 300 vidas al año en España». En el mismo foro, Navarro siguió con sus lideiras habituales sobre que la solución es poner más radares en las carreteras, en esa obsesión que tiene por controlar la velocidad, que muchos ya creemos que en realidad tiene otra función recaudatoria, menos loable, pero más rentable para las arcas del Estado.

Navarro insiste en sus rutinas habituales de que el peligro está en las carreteras secundarias y en los motoristas.

Al ser preguntado por el estado de las carreteras, el director general de Tráfico, que no está consiguiendo sus objetivos de reducir la mortalidad en España pero que no piensa dimitir por ello, ni ha sido relevado, de momento, opina que no es importante.

Pero a nivel de usuarios, especialmente tras la última operación salida de Semana Santa, con miles de automóviles circulando por España, el problema que ya está sobre la mesa es el pésimo estado de las carreteras, llenas de baches de norte a sur y de este a oeste. Las fochancas ya son el paisaje habitual incluso en las autopistas de pago de España, y en Galicia se viven en los dos accesos a la meseta, tanto en la A-6 como en la A-52. Esos baches están produciendo a diario cientos de incidentes y también algunos accidentes cuando las ruedas se rompen y dejan los coches y motos tirados en las carreteras. Las empresas de grúas encargadas de retirarlos están haciendo el agosto, pero además reconocen que ya no dan abasto recogiendo coches y a familias de los arcenes. En las redes sociales y medios de comunicación, todos los días vemos denuncias de esta situación, que solo se puede entender por la dejadez de las administraciones a la hora de invertir en el mantenimiento de carreteras.

Pero, como demuestra Pere Navarro, se trata de ningunear el asunto, siguiendo las directrices de Óscar Puente, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, que estos días está más entretenido con su equipo de asesores en descubrir por dónde le llueven las críticas en los medios de comunicación. Sobre el déficit, estimado en 9.900 millones de euros, de las reparaciones necesarias para sacar esta plaga de baches de las carreteras no quieren ni hablar. Seguramente, necesitarán esa cantidad para otras cosas más importantes y, además, viajando en avión, por ejemplo, evitamos el problema.

Así que habrá que armarse de paciencia y circular por los carriles izquierdos, ojo avizor, sorteando los baches y reponiendo neumáticos en caso de que caigamos en ellos. Y cuidado, que la plaga no afecta solo a carreteras, sino que también en la mayoría de ciudades gallegas ya se prodigan las fochancas por doquier.