Adiós a Antonio García Fraga, el primero en subir a las almenas de la torre de los Andrade en Vilalba

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

OBITUARIOS

Antonio García Fraga, de Vilalba, falleció a los 83 años
Antonio García Fraga, de Vilalba, falleció a los 83 años CEDIDA

Llegó a lo alto gracias a escaleras de madera y colocó iluminación en las fiestas de 1959

14 abr 2024 . Actualizado a las 18:24 h.

Antonio García Fraga, fallecido en días pasados en Vilalba a los 83 años, fue un pionero. Subir hoy a lo alto de la torre de los Andrade no supone un esfuerzo especial, y no solo se han organizado visitas sino que el Concello quiere incluir ese aliciente en la oferta de turismo. El emblema de la capital chairega está declarado Bien de Interés Cultural, y forma parte del Parador de Turismo, inaugurado en 1967.Sin embargo, a finales de los años cincuenta hacía falta mucho valor para llegar hasta allí.

Eso fue lo que hizo Antonio García Fraga, conocido como Tito de Barras, en 1959. En las fiestas de Vilalba se iluminaron las almenas, algo que por su carácter novedoso llamó la atención, y él hizo ese trabajo.

Hubo que entrar por casas que entonces estaban adosadas a la fortaleza y que se derribaron cuando, hace más de veinte años, amplió el establecimiento hotelero abierto en 1967. Con escaleras de madera completó un ascenso que no pasó inadvertido.

Instalar iluminación no era algo desconocido para él, ya que entonces llevaba tiempo trabajando en Barras Eléctricas Galaico Asturianas, la empresa que daba suministro a gran parte de la provincia. Su padre, Antonio García Varela, también fue empleado de Begasa, y en la capital chairega se le conocía como Antonio da luz. El hijo empezó leyendo contadores de casas y luego trabajó en la subestación de Vilalba.

Su presencia en la vida local fue variada: fue maquinista en el cine parroquial, instalado en un edificio que estaba situado en As Pedreiras, donde a finales de los setenta se construyeron el Auditorio Municipal y la casa parroquial; participó en la creación de la Nasa Coral Vilalbesa, y asistió durante muchos años a las tertulias del Bar Pepe, situado en el final de la rúa da Pravia.

Estaba casado con Otilia Fernández, y el matrimonio tenía un hijo. Fue también un destacado radioaficionado.