Ni números ni sensaciones para un Racing de Ferrol que merece otro final

Elba de la Barrera Agulló
Elba de la Barrera FERROL / LA VOZ

OPA RACING

JUAN ANTONIO GARCIA CRUZ

Los de Cristóbal, que suman tres jornadas sin hacer gol y cinco sin dejar la portería a cero, tienen cuatro partidos para regalarse un esprint disfrutón con la salvación ya conquistada

06 may 2024 . Actualizado a las 15:51 h.

El fútbol es impredecible y caprichoso. Por mucho que evolucionen las métricas y la tecnología irrumpa en el deporte rey como un elefante en una cacharrería, el espectáculo que mueve a las masas sigue teniendo ese no sé qué que te recorre la espina dorsal para bien o para mal. Por eso Cristóbal Parralo se empeña siempre en recordar que es más de guiarse por sensaciones que por la fría interpretación de la realidad que arrojan los números del Racing Club Ferrol.

Sensaciones que, pese al enfado morrocotudo que conlleva el ver a tu equipo caer y más en una recta final de campeonato en la que pelea una batalla inimaginable a comienzo de curso, pueden verse apaciguadas por una genialidad individual sacada de la chistera de uno de los once que se la juegan cada semana sobre el terreno de juego o quedar sofocada por el placer que produce un gol sacado a base de pundonor en plena línea de gol.

No obstante, el global de las últimas cinco jornadas de la escuadra verde evidencia que algo a lo que, confesaba el técnico antes del duelo se le ha dado infinidad de vueltas, no marcha como debería o, al menos, como lo hizo durante buena parte de la temporada.

Y es que los de Cristóbal, ese equipo de «picos pequeñitos» —una valoración que hizo el propio preparador antes de encadenar dos derrotas consecutivas por primera vez este curso en la recta final de campeonato — parece haber topado ahora con un bache difícil de sortear. Los datos —con un balance de nueve tantos en contra por tres a favor en los últimos cinco compromisos —tampoco han estado, a excepción de algunas fases de partido, avalados por ese no sé qué que impelía al racinguismo a sacar pecho de un equipo sin miedo a los cocos de la categoría. Un grupo con las ideas claras y una ejecución certera de las mismas.

Refrescar la memoria

Cinco compromisos sin lograr dejar la portería a cero y tres ya en los que la vanguardia de la escuadra verde no logra perforar la red rival dejan entrever que estadística y sensaciones en ocasiones pueden caminar también de la mano. Con un saldo de una única victoria y tres derrotas en los últimos cinco partidos, los de Cristóbal tienen no ya el deber —el objetivo está ya más que cumplido —, sino el derecho a levantarse.

Más por ellos mismos y lo logrado sobre el verde del fútbol profesional que tanto costó pisar que por un racinguismo fiel y consciente del contexto y de la realidad. La numérica y también la emocional. Se merece la banda aportar un chispazo final que reviva el recuerdo de lo conquistado a base de callo en la primera vuelta. Ese que valió al equipo calificativos como equipo champán, revelación o matagigantes. Ese que permitió a la marea verde festejar un subcampeonato de invierno en Segunda.

Porque, lo recuerda también con asiduidad el míster, el fútbol no tiene memoria. Así, con la matemática todavía avalando la campanada del play off, el equipo tiene cuatro jornadas por delante para, con los puntos que otorgan la salvación cosechados antes de lo que se preveía en agosto, liberarse de todo corsé y permitirse disfrutar de un chute de buenas sensaciones. Y es que, en este inesperado bache, toca al racinguismo tirar de pies en el suelo para que los que saltan al verde cada jornada disfruten de su merecido premio de poder jugar levitando.