Nuevas variantes ómicron: esta vez infectan más

María del Mar Tomás Carmona
María del Mar Tomás Carmona MÉDICA MICROBIÓLOGA DEL HOSPITAL A CORUÑA, INVESTIGADORA DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN BIOMÉDICA Y PORTAVOZ DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS

OPINIÓN

GOBIERNO DE CANARIAS | EUROPAPRESS

03 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En las dos últimas semanas se han incrementado en todo el mundo el número de casos de covid-19 debido a la aparición de dos nuevas variantes (BA.4 y BA.5) detectadas por primera vez en Sudáfrica. Dichas variantes presentan mutaciones (L452R y F486V) en la proteína de la espícula, las cuales podrían modificar su capacidad para adherirse a las células huésped y eludir algunas respuestas inmunitarias.

Pero, ¿qué impacto tendrán en la sociedad dichas variantes? Es probable que varíe según el país. A pesar del alto número de casos, Sudáfrica experimentó solo un pequeño aumento en las hospitalizaciones y muertes durante su ola epidémica. En cambio, en otros territorios se están viendo impactos más significativos. Por ejemplo, en Portugal, donde las tasas de vacunación y refuerzo de covid-19 son muy altas, los niveles de muerte y hospitalización están siendo similares a los que presentó la primera ola de ómicron. Una explicación de dicha diferencia podría deberse a motivos demográficos (cuanta mayor es la longevidad de la población, más grave es la enfermedad). Además, la naturaleza de la inmunidad de un país también podría explicar los diferentes resultados. Aproximadamente la mitad de los sudafricanos adultos han sido vacunados y solo el 5 % ha recibido un refuerzo. Pero esto, combinado con tasas de infección altísimas de oleadas anteriores de covid-19, ha erigido un muro de «inmunidad híbrida» que ofrece una fuerte protección contra la gravedad de la enfermedad, particularmente en las personas mayores, que han tenido más probabilidades de haber sido vacunadas.

Hasta el momento, ¿Qué sabemos del funcionamiento de las vacunas frente a dichas variantes? Los estudios de laboratorio sugieren que los anticuerpos desencadenados por la vacunación podrían ser menos efectivos para neutralizar las variantes BA.4 y BA.5 y podrían convertir a las personas que presentasen una inmunidad híbrida, en pacientes susceptibles de padecer múltiples infecciones por dichas variantes; pero, en principio, mostrando cuadros clínicos más leves y de menor gravedad. Nuevas dosis de vacunas de ARN adaptadas a las variantes están siendo desarrolladas con datos preliminares esperanzadores al respecto.

Y, ¿cuál podría ser el futuro? A fecha de hoy, incierto. Una posibilidad que se empieza a considerar, es que BA.4 y BA.5 van a ser las últimas en producir un impacto a nivel global.

La otra, que surjan nuevas variantes que sigan dando lugar a olas epidémicas pero cada vez con menor frecuencia, menor intensidad y por tanto menor impacto sanitario.

Se ha visto que las variantes que han ido surgiendo desde el inicio de la pandemia, incluidas ómicron y alfa, probablemente se originaron a partir de infecciones crónicas por SARS-CoV-2 de meses de duración, en las que se pudieron acumular un conjunto de mutaciones que consiguieron evadir el sistema inmunológico y aumentar su transmisibilidad.

Pero cuanto más tiempo sigan dominando ómicron y sus distintas variantes, es mucho menos probable que surja una totalmente nueva de una infección crónica.