Esto no está escrito por una inteligencia artificial

David Pintor
David Pintor EN VIVO

OPINIÓN

Pilar Canicoba

11 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Advertencia: Este texto que está usted leyendo está escrito por un ser humano. A partir de ahora es muy posible que empiecen a ser necesarios este tipo de avisos cuando uno lea un libro, vea una ilustración, escuche una canción, contemple una pintura, mire una película, revise un plano de arquitectura o admire una fotografía en una exposición.

Los programas de inteligencia artificial (IA) ya están entre nosotros y no sé si somos conscientes del salto cualitativo que esto va a suponer en nuestra sociedad. Todos los prejuicios que podíamos tener hace unos años hacia la posibilidad de que un ente artificial pudiese elaborar un producto artístico se están haciendo añicos. Es muy complicado predecir el futuro, pero ya podemos decir que, a día de hoy, es casi imposible distinguir si una foto, una novela o una ilustración han sido creadas por una IA o por un ser humano y esto es un cambio de paradigma de proporciones históricas. Ya estamos viendo muchas cosas en nuestros teléfonos móviles que han sido creadas artificialmente y esta situación abre un importante debate que va a obligar a algún tipo de respuesta por parte de la comunidad artística mundial. ¿Cómo han sido entrenadas esas IA? ¿Qué consecuencias éticas y legales tienen ese tipo de entrenamiento? ¿Cómo va a influir en el mundo profesional del arte? ¿Será algo parecido a lo que supuso para la pintura la aparición de la fotografía? ¿Será una especie de revolución industrial aplicada al campo del conocimiento y de la actividad creativa? ¿Sucederá que, al igual que aquella famosa frase de Warhol de que todos teníamos derecho a disfrutar de 15 minutos de fama, ahora todos vayamos a tener la posibilidad de crear obras de arte de una manera muy fácil con la ayuda de IA? ¿Llegarán en algún momento estas IA a crear de manera autónoma, sin ningún tipo de directrices humanas?

Todo contenido digitalizable será en poco tiempo susceptible de ser creado artificialmente pues los resultados que ofrecen este tipo de IA son ya muy interesantes, y lo más importante, mucho más baratos. El debate ya no es si pueden conseguir un producto de calidad sino qué consecuencias tendrán en un ecosistema cultural mundial donde hay mucha gente dedicada a ello; si al público le va a dar igual el origen de lo que está viendo o escuchando o si el arte será en el futuro algo que crearán las máquinas para disfrute de los humanos. Es probable que sea este un paso más en un proceso de precarización de muchas profesiones que se inició hace ya algunos años. Profesiones ligadas a las artes plásticas, el mundo del periodismo, del diseño, de la arquitectura, del cine, de la fotografía, de la publicidad, de la poesía, pero también la escultura a través de las impresoras 3D, incluso de la educación y muchas más. Es tan amplio el espacio donde se sentirán los efectos de este terremoto cultural que va a ser imposible ignorar la revolución que va a suponer en nuestras vidas.