Paderne de Allariz es un municipio para el asueto y el disfrute de naturaleza y etnografía
21 ene 2024 . Actualizado a las 21:48 h.El municipio de Paderne de Allariz, con algo menos de 40 kilómetros cuadrados de extensión, es punto de parada. Su cercanía a la capital ourensana, con un clima más benigno en verano y en invierno, y su patrimonio natural y religioso hacen de este concello el lugar ideal para el descanso. Con una economía centrada principalmente en la agricultura y la ganadería, su riqueza etnográfica se traduce en hornos, molinos y hórreos, hoy sin uso, pero de gran valor histórico. Paderne de Allariz está situado al oeste del Val da Rabeda y combina zonas llanas con montañosas.
CANTERA
Lagoa de Cantoña. En ocasiones, la acción del hombre sobre la naturaleza da paso a lugares únicos. Es el caso de A Lagoa de Cantoña, antes cantera de Rioseco, construida artificialmente y punto de encuentro para aquellos que quieren tomar un baño. Su acceso es fácil. Se encuentra al paso de la OU-0105 e incluso hay una zona de aparcamiento cercana. En medio del agua existe una construcción que permite cruzar parte de la laguna.
PATRIMONIO ETNOGRÁFICO
Hórreos, molinos y hornos. La actividad económica está muy presente en el paisaje del municipio. Hay concentración de hórreos en Eiravedra, Siabal o Vilameá, construidos con piedra, madera y teja. En la primera localidad existe, además, un horno antiguo de elaboración de pan y una era donde se realizaba la malla para obtener los granos de centeno y trigo. Una ruta de senderismo por Pontepedriña permite ver varios molinos, a su paso por el río Grañal.
RELIGIÓN
A Santa Pedra. En medio de un monte de la parroquia de San Vicente se encuentra un reclamo religioso singular. Se trata de la Santa Pedra. En 1790 el párroco Antonio Cid encargó una talla en piedra de la virgen que colocó sobre una piedra con forma de oído. La tradición cuenta que el agua que emanaba de esa piedra era curadora. «Posiblemente se trata de la cristianización de un lugar de un lugar de culto céltico-druídico anterior», explica una placa a los pies de la Santa Pedra. Se encuentra a menos de 10 kilómetros de la capitalidad y no se accede en coche. Existe una ruta de senderismo para llegar a ella que transcurre por caminos entre el bosque.
PATRIMONIO ECLESIÁSTICO
Iglesias y capillas. Los templos de San Pedro, San Salvador y San Lourenzo son los más destacados de la localidad. San Pedro de Figueiredo es de origen románico con posteriores transformaciones y San Salvador de Solveira es una iglesia barroca de fachada sencilla. San Lourenzo de Siabal es el más singular de los tres. Está construido sobre una iglesia anterior románica y en él destaca su campanario de inspiración compostelana. En su interior hay una talla dedicada a San Salvador y retablos de la virgen del Carmen y San Benito. En la parroquia de Mourisco se encuentra la capilla de la Virxe do Campo que data del siglo XIX. Una de las singularidades es el gran atrio cubierto con un tejado a tres aguas.
SENDERISMO
Fraga de San Xés. Castaños y acebos son solo algunos de los árboles que conforman la ruta de San Xés. Está señalizada y comparte espacio con la fluvial del río Grañal. Se atraviesan varios puentes y se descubren molinos.