Naturgy valora ceder al Concello de Arzúa el área recreativa de Portodemouros

Natalia Rodríguez Noguerol
n. noguerol ARZÚA / LA VOZ

ARZÚA

NOGUEROL

Abordan un convenio necesario para recuperar el abandonado recinto

20 abr 2024 . Actualizado a las 05:05 h.

El Concello de Arzúa acaba de dar el primer paso en años —al menos que haya trascendido— para rescatar del abandono el área de esparcimiento que con vistas al embalse de Portodemouros fue un centro náutico de referencia para competiciones oficiales, incluso de carácter nacional. El alcalde arzuano, Xoán Xesús Carril (BNG), y su socia de gobierno del PSdeG y edila de Turismo, Begoña Balado, se reunieron esta semana con responsables de Naturgy, empresa propietaria de los terrenos, para abordar su cesión, como primera medida encaminada a recuperar el espacio como área deportiva y de recreo.

Con buenas impresiones salieron del encuentro los gobernantes locales. «Poñemos sobre a mesa un proxecto que é respectuoso co medio ambiente e que pretende dinamizar a economía da comarca», explicó el regidor arzuano, quien añadió que «temos un proxecto para Portodemouros que sabemos que funciona e que dinamizará a nosa economía sen poñer en risco a nosa forma de vida». La buena disposición de la compañía hidroeléctrica para que ese proyecto municipal se materialice la expresó Pilar Luque García, directora de Generación Hidráulica de Naturgy, que asistió al encuentro acompañada por José Ángel Calvo Faraldo, responsable, por su parte, de Concesiones, Presas y Obra Civil. «Naturgy está plenamente comprometida co desenvolvemento da contorna na que operamos, procurando sempre que a explotación dos recursos hidroeléctricos sexa compatible co benestar da veciñanza», afirmó Luque para anunciar, al hilo, que «estamos dispostos a elaborar un convenio de cesión das infraestruturas para que as instalacións poidan ter un uso que beneficie directamente a vida na comarca».

La colaboración entre el Concello de Arzúa y Naturgy supone un paso al frente en la recuperación del área de ocio de Portodemouros, que, en la década de los 90, gestionó la extinta ADER —acrónimo de Animación Deportiva en el Espacio Rural—, tras acondicionar y equipar el espacio con fondos europeos. El recinto, ubicado en la parroquia arzuana de Dombodán y distanciado del municipio pontevedrés de Vila de Cruces únicamente por la presa del embalse, empezó a abandonarse con el cambio de milenio. Transcurrida una década, la entonces asociación local de turismo rural ponía la situación en conocimiento de la Xunta, que cerró el capítulo con una inspección de las instalaciones y dando de baja a la asociación que las gestionaba. Sendas medidas no fueron suficientes para frenar la ruina del complejo, que siguió deteriorándose hasta que llegaron a desvalijarse por completo el albergue y el pañol con los que se había equipado para aprovecharlo y explotarlo como recinto deportivo. Pasaron más de diez años desde entonces, y Portodemouros sigue siendo un lugar fantasma.