Patrocinado porPatrocinado por

La ganadería extensiva, un motor económico que busca sobrevivir

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

GANADERÍA

Xabier Fernández, ganadero de ovino, con sus mastines de defensa contra el lobo y su rebaño
Xabier Fernández, ganadero de ovino, con sus mastines de defensa contra el lobo y su rebaño ALBERTO LÓPEZ

Los cuatro ganaderos que asistieron al debate de La Voz presumieron de modelo de explotaciones, pero se sienten «afogados»

26 mar 2024 . Actualizado a las 21:44 h.

La ganadería extensiva es una de las líneas que marcan en el Parlamento Europeo desde hace años. Son sinónimo de sostenibilidad, reducen el consumo de energía, generan menos contaminación y, según varios estudios, son las que mejor garantizan el bienestar animal de las reses que se crían en las explotaciones. Sin embargo, que el ganado viva fuera buena parte del año o incluso todo tiene consecuencias ya que son explotaciones que sufren los ataques de los lobos. Sin embargo, los cuatro ganaderos que asistieron al foro organizado por La Voz tienen claro que no transformarían sus ganaderías hacia un modelo intensivo, basado en piensos, o con animales en establos la mayor parte del tiempo.

«Hai mil bestas en Galicia de pura raza galega, eu creo que deberían estar tan protexidas coma o lobo»

«Eu nunca o pensei. Pasarme a un sistema intensivo non é posible nin por infraestrutura nin por medios nin por filosofía de gandería. Deixala, mentres poida mantela, tampouco o farei. O que si que temos é que ir adaptándonos á situación actual. Nisto hai que volver falar das medidas preventivas porque teñen un custo moi alto para todos os gandeiros e ademais sabemos que facer un peche como medida preventiva para que non entre o lobo é practicamente imposible porque habería que facer un búnker. Temos que intentar adaptarnos e dende a administración teñen que empezar a tomarse o problema en serio, porque vai in crescendo», explica Xabier Fernández, ganadero de ovino. En concreto, este biólogo de formación sufrió el pasado 2023 un ataque del lobo que hirió a varios de sus mastines. Necesitaron cuidados veterinarios y mucho mimo para recuperarse. «Os mastíns foron a barreira entre o cánido e as miñas 200 ovellas», decía por aquel entonces Xabier.

Cuestión de «ética»

«Estabular las cabras es totalmente inviable y tampoco es mi ética de trabajo. Sin embargo, me he planteado muchas veces abandonar. Los de pequeños rumiantes solemos ser muy cabezotas, pero tal y como se pone la cosa es difícil. Yo tengo siete kilómetros de cierre, por la estructura de mis fincas puedo cerrarlas, pero tienen 14 años. Ahora estoy solicitando un plan de mejora para renovarlo pero resulta que no puedo pedirlo por una inversión que ya he hecho. Es decir, me piden arrancar el cierre antes de solicitar la subvención. Creo que la situación me va a abocar a abandonar, ¿dónde tengo a mis animales mientras arranca toda esa burocracia que implica la subvención?», dice Gemma San Pedro, ganadera de caprino en Guntín.

Gemma San Pedro protege con mastines su rebaño de cabras, en el municipio de Guntín
Gemma San Pedro protege con mastines su rebaño de cabras, en el municipio de Guntín ALBERTO LÓPEZ

Ganas de abandonar

«As 24 horas seguintes ao ataque do lobo penso en deixalo, pero despois recapacito. Eu son criador de cabalo de pura raza galega e dende hai tres anos o lobo lévame matado 15 animais adultos. Hai uns días matoume outra besta de catro anos. Non consigo sacar adiante ningún poldro. De 70 bestas que crío no monte teño tres poldras que están na miña casa coa súa nai todo o ano porque senón non sobreviven. Non me queda nada, o 100 % de crías da explotación desapareceron», dice Javier Fraga, criador de caballos en la Serra do Xistral. «Hai mil bestas en Galicia de pura raza galega, tiñan que estar tan protexidas coma o lobo eu creo», sentencia el ganadero.

Javier Fraga cría caballos en la Serra do Xistral. En la imagen, con el cadáver de uno de sus animales, comido por el lobo
Javier Fraga cría caballos en la Serra do Xistral. En la imagen, con el cadáver de uno de sus animales, comido por el lobo MARÍA GUNTÍN

Concha Blanco, ganadera de vacuno de leche en Friol, también optó por un modelo extensivo en su ganadería: «O meu é un modelo tradicional e nós o único que fixemos é conservar. Se existe esta granxa familiar é porque antes ca min outros quixeron manter o que agora temos. É unha granxa ecolóxica, o cal algúns pensan que é un invento, pero non é así porque os meus avós fixeron exactamente o mesmo que estou facendo eu hoxe. E se non o facían é porque non tiñan a superficie que fomos, con esforzo, conseguindo xeración tras xeración. Ao estar certificada en ecolóxico non podo facer outra cousa ca ter os animais fóra. O único que fago é conservar a forma de facer tradicional, o que non implica vivir no pasado pero si introducir cousas que nos facilitan a vida. A verdade é que sae máis barato deixar que o lobo coma as vacas porque é o que fai a administración con nós».

 Concha Blanco tiene una explotación de vacuno en Friol. Sus vacas tienen nombre y en una de las paredes de su ganadería hay un «memorial del lobo»
Concha Blanco tiene una explotación de vacuno en Friol. Sus vacas tienen nombre y en una de las paredes de su ganadería hay un «memorial del lobo»