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Bateeiros, percebeiros y la Consellería do Mar

SOMOS MAR

Mejillonero recogiendo cría en el entorno de Con Negro
Mejillonero recogiendo cría en el entorno de Con Negro Martina Miser

25 abr 2023 . Actualizado a las 22:13 h.

Hace muchos años ya, en una ocasión en que de repente, se paró la máquina del viejo barco en que navegaba, un maquinista tan viejo como el mismo barco subió al puente todo alterado, y dirigiéndose al capitán, le dijo: ¡Yo no toqué a nada!

Algo parecido sucede con la Conselleira do Mar, a quien el sector considera como una profesional llena de buena voluntad, pero que, a pesar de los largos años en el cargo, no fue capaz de prever y afrontar los problemas que llevaron a la actual confrontación entre dos importantes y necesarios sectores. Porque antes de que la máquina se parase (como el caso del maquinista lleno de preocupación pero incapaz de aportar soluciones), la máxima responsable de los recursos pesqueros y marisqueros del litoral gallego, debería haberse anticipado a las previsibles dificultades para la obtención de mejilla, que no son de ahora.

Muchos pensamos que el error está en el enfoque del problema, al suscribirlo a «unha dura loita entre bateeiros e percebeiros», sin considerar el serio daño biológico de fondo como es el raspado de piedras de la zona intermareal conocida como sistema mesolitoral. No podemos olvidarnos de que las piedras, llenas de toda clase de vida, sirven para algo más que para la producción de mejilla versus percebe. El perjudicial efecto sobre flora, microflora y fauna fija o móvil asociada que se sustenta en esas piedras llenas de vida es lo que, prioritariamente, tendríamos que salvar. Y siento tener que disentir con la conselleira en su afirmación de que hay «sitio para todos», cuando, realmente, la cuestión radica en que no debe existir lugar alguno para la depredación. Se trata precisamente de la manera de gestionar y no destruir ese espacio que sirve de vida y sustento para una importante cantidad de especies, sin las cuales la vida en nuestro litoral será todavía más diferente de como la conocíamos. 

Que ha faltado prevención ante un problema largamente anunciado es algo compartido por el sector bateeiro. Y la culpa no es de la importante industria mejillonera, sino de quienes ostentan la máxima responsabilidad para la gestión de los recursos de nuestro litoral. Ante la falta de tal prevención para afrontar la acuciante falta de mejilla, llamar a la paz y al sosiego mientras la máquina sigue parada, sirve para bien poco. De ahí la conveniencia de recuperar la credibilidad en la máxima representación de la autoridad pesquera y marisquera de Galicia.