El ministro recoge otra vez las peticiones, pero no se solucionan
PESCA Y MARISQUEO
La semana y este «Diario del presidente de la Federación Nacional de Cofradías» empiezan con un avión a Madrid para asistir a la reunión de economía y fiscalidad den Consejo Económico y Social de España; es rápida, solo hora y media.
Me viene perfecta esta rapidez porque tengo avión de forma inmediata. Me traslado en metro desde el Banco de España en la línea 2, línea 9 y línea 8 hasta T2, Air France hasta París en donde tengo la reunión del CCRUP (Consejo Consultivo de Regiones Ultraperiféricas), el martes y el miércoles. Pequeña odisea para llegar desde el aeropuerto Charles de Gaulle hasta el centro donde está el hotel. Tren RER B que llega al andén 11, subimos y no sale; al andén 12 de al lado llega otro tren, también va a París. Llega un señor con un altavoz hablando algo que no entiendo pero que interpreto, todo el mundo se baja al otro tren y yo con ellos. En efecto, el tren averió y no salía. En el nuevo tren, en la cuarta parada suben 15 chicos con una algarabía tremenda. Dos paradas más tarde el tren se para, llega otro tren al andén de enfrente y los chicos se bajan para cogerlo. En medio de la carrera nuestro tren pita para cerrar las puertas y vuelven corriendo de nuevo y con una fiesta por todo lo alto. Llegamos a la estación Gare du Nord y me bajo, hasta el hotel tengo 1,9 kilómetros que hago andando. Con la ayuda del teléfono voy callejeando hasta que «la Police» me desvía de calle, hay un incendio y está cortada. Al final, y después de media hora, llego al hotel. Dos horas desde el aeropuerto. lo tendré en cuenta el miércoles para la vuelta.
El martes transcurre con las órdenes del día en los grupos de trabajo; el miércoles igual, aunque después de comer me marcho para no tener sustos para llegar al aeropuerto. El teléfono me guía por otro lado al ir a la estación Du Nord; entro por la puerta principal, al llegar salí por una de las laterales, me dirijo al tren Ille de France, que son los que te desplazan por todo París, y llego justo cuando llega uno de los que van directos. Me ahorraré media hora de trayecto porque de otra forma tendría mas de 10 paradas, de esta forma solo 3.
En el aeropuerto hago el registro, bueno más bien quiero hacer el registro, pero me desvían, me preguntan la compañía y les digo Airfrance, me redirigen al fondo en donde espera un garçon que hace que coloques la maleta y la mochila en una báscula, el peso máximo entre los dos bultos es de 12 kilos. ¡Oh dios¡ me pesan 14,5 kg; me redirige a la «gare» 5, tengo que facturar. Llego al mostrador de «cheking» automático y me indica que son 55€!! ¿Estás de broma? Si me marcho de París con lo mismo que he llegado! ¿Solución? ponerse ropa, iba con una camiseta solo, me pongo el jersey, la chaqueta, la americana y el neopreno que tenía en la mochila. Regreso al peso, el chico se ríe al volver a verme, yo iba como un flan; coloco la maleta y la mochila 13,2 kg, ¡nooooo!. El chico se encoge de hombros, entonces le chapurreo en mi francés de 8º de EGB, «je ne compre pas, je arrive a Paris le lundi du Madrid avec airfrance, il ni a pas problem, je partie a Madrid ajourd’hui avec le meme chose et il y a problem, je ne compre pas». Me giré enfadado, más bien frustrado, y entonces el chico me dice «passez», indicándome el camino a las puertas de embarque. Que mal trago. Para mi sorpresa una hora antes de la salida me llega un mensaje de Airfrance diciéndome que debido a la alta ocupación del avión puedo hacer la facturación gratis, ¡Estas de broma! El avión sale algo retrasado y llegamos a Madrid a las 00.15 del jueves ya. Eso me obliga a coger taxi pues el metro cierra a la 01.00 y me arriesgo a quedarme en medio del camino.
El jueves toca madrugar para tomar café con mi buena amiga Ana Núñez. Siempre son los cafés más tempraneros que tomo, siempre es un placer dedicar 30 o 40 minutos a charlar distendidamente sobre las cuestiones que tenemos pendientes y con Marina Mercante tenemos unas pocas. A mediodía, reunión con Merca Madrid y sanidad de pescado, nunca había estado en este mega mercado, nos reunimos en la sede de los mayoristas de pescado. Tiene una parte inferior musealizada que merece la pena ver, tienen casi todos los pasos que tiene la pesca, desde el barco hasta la pescadería, incluido un comedor para terminar probando pescado. La reunión termina con acuerdos que plasmaremos próximamente y con la promesa de volver una noche para ver como trabajan. Sergio, miembro de la directiva, me dice que los mejores días son las noches del lunes al martes o del jueves al viernes; le digo que la semana que viene estoy en Madrid, pero él no está. Será pronto la visita!
El viernes toca reunión con el ministro. Después de habérsela pedido junto a Fedepesca, Apromar y Cepesca, nos recibe. Estamos los presidentes junto a vicepresidentes o secretarios o secretarias generales, la reunión fue 1+1 que llaman en el ministerio. Por parte del ministerio estaban además del Ministro y el jefe de gabinete toda la Secretaría General de Pesca, desde la secretaria general, las directoras y las y los subdirectores. La reunión transcurre como siempre con peticiones por parte del sector: IVA del pescado, eólica, formación, días en el Mediterráneo, gasoil, cuotas de pesca, burocracia…… todo ya muchas veces solicitado y que no se soluciona.
El ministro recoge las peticiones y las distribuye por los distintos ministerios: Hacienda, MITECO, Educación, y para el resto UE. Terminada la reunión, rueda de prensa de la que me escapo para no perder el avión, no hay otro más tarde y es salida de Semana santa en Madrid, y me temo que va a estar la T2 algo llena. Efectivamente, hay cola para el registro, pero llego con cinco minutos de margen para coger el avión después de toda una semana fuera de casa.
La semana que viene, aunque corta, se prevé movidita, pero ya os contaré.
Mientras tanto disfrutad comiendo pescado, además de disfrutar seréis felices y sanos, que falta nos hace en estos tiempos