La Orden dos Cabaleiros de Vigo cerró un año lleno de actividades que arrancó en la Feira do Cocido

Manuel Estévez LALÍN

VIGO CIUDAD

Cedida

10 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Medio centenar de miembros de la «Orden dos Cabaleiros» de Vigo, durante el año se desplazaron desde la ciudad olívica a varios lugares de Galicia para conocer «in situ» las tradiciones, la cultura y dar cuenta del plato rey de cada comarca.

En los primeros meses del año, eligieron las tierras del Deza para participar en la LVI edición de la Fiesta del Cocido, anunciado en el cartel Oficial por el artista coruñés Fernando Pereira y después de desfilar por las céntricas calles de Lalín, ataviados de la capa y sombrero, acompañados de un grupo de gaitas, sentándose posteriormente en las mesas e la Molinera y rendirle culto a cada una de las partes del cerdo, en vísperas de la gran fiesta gastronómica que tiene su día grande en el Deza, cada domingo antes de Carnaval.

Lo propio hicieron fechas más tarde, en tierras de Mondariz Balneario y un encuentro en la Fuente de Troncoso, con personalidades inmortalizados en bronce y en piedra, llámense Enrique Peinador o Sancho Gracia, que ya no están, pero que otros días, pasearon por los mismos espacios, jardines que pisaron otrora la Condesa Pardo Bazán, Jon Rockefeller ll, el infante Augusto de Braganza o en tiempos más recientes Fernando Romay, Verónica, Forqué, la directora de Orquesta Inma Sara, mismo el pintor Antonio López, convidado por el inolvidable paisajista de Goián, Xavier Pousa.

Los Cabaleiros vigueses, fueron igualmente al encuentro con las musas de Simoneta &Co para saludar a Marisa Domínguez, obsequiarle durante la comida con una placa conmemorativa, ademas de una convivencia culinaria en las faldas del Sobroso y en la riberas del Tea.

Lo propio otra jornada en O Carballiño, capital del Arenteiro, por cuyas calles también desfilaron al son de las gaitas en dirección al consistorio, allí recibidos por autoridades locales ante una pintura del artista Juan Valcárcel y obsequiados en el salón de plenos con la obra El Cisne de Vilamorta, obra escrita por doña Emilia Pardo Bazán, autora que residió temporadas en tierras de este municipio, concretamente en el Pazo de Banga, etapa de su vida casada con José Quiroga y en la casa familiar en la Plaza Mayor, cuyos recuerdos quedaron plasmados en el citado libro. Para después, en uno de los restaurantes de la capital del Arenteiro, dar cuenta de carne ao caldeiro y polbo á feira, exquisitez llegada hasta O Carballiño, cuando Oseira tenía costa y llegaron los monjes del Císter para erigir el cenobio en Cea y albergar más de un millar de propiedades que alcanzaban el litoral galaico.

A finales de Julio, la comitiva eligió otro entorno muy sonado en Galicia por su especialidad del buen manjar. La Carballeira de Santa Lucía en Moraña, en cuyas mesas al aire libre, a su disposición Carneiro ó Espeto en su LIV edición

Y en el mismo año no dudaron en otra jornada en hacer lo propio en un lugar privilegiado, San Vicente de Trasmaño a 330 metros de altitud, El Coto del Águila, en el Monte Penido, mirando a la Ría de Vigo, muy cerca de un monasterio benedictino, esta vez con exquisiteces del campo y del mar.

Cierre de ejercicio

Antonio Puga, presidente de este colectivo que acompaña todos los años al Cristo de la Victoria en el día grande por las calles de la ciudad, presidió las mesas de la Pousada del Castillo de Soutomaior, el 16 de diciembre, acompañado por el vicepresidente Eusebio Prado y todos los demás componentes hicieron lo propio para celebrar la Navidad y despedir el año juntos.

Un lugar privilegiado, epicentro de la actividad política del Sur Galaico con Pedro Madruga allá por el s. XV donde los Cabaleiros cerraron un año lleno de actividades.