Jorge Díaz, veterinario: «Un trocito de queso para un perro equivale a dos hamburguesas»

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ANGEL MANSO

El experto señala los errores más habituales a la hora de alimentar a los canes

14 feb 2024 . Actualizado a las 13:47 h.

Jorge Díaz, propietario de la clínica Valdoncel, en Betanzos, desmonta mitos sobre la nutrición canina. Ni huesos, ni carne cruda ni dulce, advierte. Y ojo con las cantidades.

—¿Cómo debe ser la alimentación de un perro?

—Requiere un mayor porcentaje de vegetales de lo que la gente supone. Debe tener un 30 % de proteína (pescado, carne o proteína vegetal como la soja), un 40 % de verduras (zanahoria, judías...) y el resto sería un hidrato de carbono (cereal, patata, tapioca...). Esta es la base.

—¿Qué es mejor, el pienso o la comida natural?

—El pienso soluciona muchas cosas. Garantiza el equilibrio de nutrientes y evita que el perro escoja la comida. Cuando le pones el plato maravilloso con su poquito de arroz, su carne y sus verduritas por en medio, puede ocurrir que se coma la carne y se vaya. Pero no vale cualquier pienso.

—¿Los más caros son los mejores? ¿Qué miramos en la etiqueta?

—Ninguna compañía dice lo que a ti te interesaría: si son grasas de buena calidad y la digestibilidad de la proteína y el hidrato. A un pollo le quitas las pechugas y eso es proteína de excelente calidad. El resto, los ligamentos y las pieles sería de calidad mediana. Pero es que el pico o las uñas también son proteína y no se digieren igual.

—¿En qué nos fijamos?

—Desgraciadamente, en el precio. Desconfía de los piensos muy baratos, porque pueden dar problemas.

—¿Qué le das de comer a tus perros?

—Yo les doy un pienso de buena calidad. Se puede ajustar la calidad a las posibilidades económicas de cada uno, pero para eso lo mejor es preguntar a su veterinario. Todo esto no quita que se le pueda dar alguna chuche de comida normal de vez en cuando.

—¿Los snacks son recomendables?

—Pueden estar bien (para educarlos, por ejemplo) pero sin abusar. Y los de casa, ojo. Un trocito de queso para un perro de 10 kilos (tamaño mediano) equivale a dos hamburguesas para nosotros. Un perro de 2 kilos con una loncha de jamón entera puede hacerse la cama con ella. A menudo, los problemas vienen por eso. En todas las clínicas vemos muchos perros con sobrepeso.

—¿Qué huesos son un peligro?

—Los huesos no son recomendables. Los que astillan (de conejo, pollo o ave) no se deben dar jamás. Hay gente que les da los de churrasco. Pues bien, nosotros nos enteramos muchas veces de que llegó la primavera porque empiezan a venir los perros con obstrucciones a la clínica. Hay que tener cuidado. Un hueso de rodilla a un perro grande, alguna vez, pues bueno. Y otra cosa: los huesos no limpian los dientes. Solo cepillo y pasta.

—¿Si comen azúcar se quedan ciegos?

—Sí, y nosotros también. Se llama catarata diabética. Yo no les daría azúcar a los perros nunca.

—¿Hay algún otro alimento prohibido?

—Teóricamente, no deberían comer cebolla, pero nunca he visto un problema. Algunas plantas de interior pueden ser tóxicas. La poinsettia (flor de Pascua) afecta a los gatos. Y hay que evitar que se coman las cacas de los otros, por si se parasitan y por motivos de salud. Los cachorros lo hacen para sembrar su intestino de microbiota.

—¿Carne cruda sí o no?

—No. La carne cruda no se debe comer nunca. Desgraciadamente, hay mucha leyenda con que si un perro come carne cruda se va a volver malo y va a atacar a sus dueños. Nada que ver. La realidad es que no es especialmente sano.