En Madrid se celebró un cara a cara nunca visto,. el buey gallego frente al cerdo ibérico manchado de Jabugo con un menú elaborado por destacados chefs utilizando ambas y exclusivas carnes
13 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Fue una cita especial. Muy difícil de superar en muchos aspectos. Por ejemplo, conseguir que un mismo plato lleve la firma de Alberto Domínguez, del D'Berto de O Grove, y de José Gordón, de El Capricho de la localidad leonesa de Jiménez de Jamuz. Un templo del marisco y del pescado y otro de la carne unidos en una deliciosa y delicada moqueca de pata y morro de buey con palometa roja y cigala de Marín. Fue uno de los platos del extenso menú degustación que sirvieron en el MoM Culinary de El Pardo, Madrid, un monasterio recuperado de manera espectacular para la enseñanza de cocina y el disfrute de la gastronomía. La empresa Discarlux (uno de los socios es el gallego Xosé Portas) y la firma onubense Don Mateo plantearon la propuesta como «el mayor evento carnívoro del mundo». Un face to face entre las consideradas como las dos mejores carnes del mundo, la de un buey criado en la finca Fisterra Bovine World de Ames y la del cerdo ibérico manchado de Jabugo, que muy pocas personas han probado porque hay muy poca y a precios muy altos. «En total hay 100 madres. Nosotros tenemos 20, y cuatro machos. Elegimos los cruces para obtener la mejor calidad. Cada animal disfruta de dos hectáreas de campo y con partes escarpadas que le obligan a un esfuerzo. Algunos de los manchados no tienen la pata negra, pero son el ibérico más antiguo», destacaron durante la presentación. «Es curioso, es posible que en el mercado se conozca más la carne de Angus o de Waygu que la rubia gallega. Necesitamos más producción y que el consumidor entienda esta maravilla de materia prima. Las vacas y los bueyes necesitan los pastos de Galicia, del norte, eso es imposible de imitar en ningún sitio», analiza Portas. Un cara a cara único que dejó momentos increíbles.
EL BUEY Y EL CERDO
Un enclave precioso, una puesta en escena llamativa, el tirón de un cara a cara nunca visto y un montón de invitados populares con la presencia de destacados cocineros fueron las guindas que completaron el pastel. Vicente del Bosque me contó que, cuando era un niño, lo llevaban a casa de unos parientes de Cedeira «para engordar». Goyo Jiménez se relamía pensando en sus próximas visitas a Galicia, al festival humorístico EHMU que promueve Luis Piedrahita, y donde actuará y recibirá el 5 de mayo uno de los premios del certamen, al igual que Antonio Resines y Xosé Ramón Gayoso. Hablando de presentadores, Sergio Pazos se encargó de ir hablando con los cocineros durante la comida. Fueron pasando platos como el vitello tonnato de babette de buey de Javier Goya del grupo Triciclo, o la costilla de buey a la antigua del inigualable Sacha, el chef más aplaudido. Y el toque gallego con dos estrellas Michelin de Pepe Vieira y su papada confitada de cerdo ibérico sobre un jugo de berros. Si a todo le sumamos el vino de culto Sketch de Raúl Pérez, la estrella enológica de la cita, y el Marqués de Murrieta, se pueden imaginar que casi se hizo de noche en Madrid. Llegados a este punto toca contestar a la pregunta de si la mejor carne del mundo está en Galicia o en Huelva. La respuesta es que en España tenemos unos productos de primera calidad que tenemos que saber producir, comercializar y proteger. Una respuesta a la gallega.